Soñar despierta
Pensándote me quedé dormida con los ojos abiertos y una sonrisa ingenua en los labios, sin darme cuenta me arropé con tu recuerdo, así no sentía frío y buscando tu abrazo sólo encontré mi almohada, desperté entonces con un sabor amargo en la boca, tu ausencia se burló de Mí otra vez y esta vez la tristeza vino a verme enseguida, soñar despierta es algo raro pero al mismo tiempo es verdadero, y me río ahora porque ya llorar más no puedo.
Me senté en la cama, me sudaba el cuello y mis cabellos ya estaba mojados, también las manos sudaron, el inmenso deseo de tenerte Conmigo y abrazarte confundió mis sentidos, la blusa de mi pijama estaba desbotonada y mis senos estaban erguidos como nunca, apenas por soñarte mi piel estaba excitada y mi respirar acelerado, sentía la humedad pero me hacía falta tu caricia divina, sola ya no podía Yo consolarme como antes, quería sentirte.
Vacío el vaso en mi mesita de noche, me paré para ir a tomar agua y así calmar la amargura de mis labios que se quedaban otra noche sin besar tu boca, descalzos mis pies en el frío piso recordaron tus caricias y aquellos acertados comentarios de simetría aplicados a mi anatomía, primero me hicieron reír pero después todo lo pude comprobar, al final no logró el agua saciar esa sed de Ti, te añoro mordiéndome los labios entre mis gemidos.
De vuelta en mi cama solitaria apagué la luz y vestida de nuevo me acosté buscando los consejos de Morfeo, sin proponérmelo esta vez con los ojos cerrados volví a soñar despierta, sentía tus manos recorrer mi cuerpo acariciando cada íntimo rincón de mi piel con suaves movimientos que me estremecían más cada vez, ya me vencían los deseos del placer y mis dedos temblaban impacientes por tomar cartas en el asunto, todo por soñar despierta.
Me senté en la cama, me sudaba el cuello y mis cabellos ya estaba mojados, también las manos sudaron, el inmenso deseo de tenerte Conmigo y abrazarte confundió mis sentidos, la blusa de mi pijama estaba desbotonada y mis senos estaban erguidos como nunca, apenas por soñarte mi piel estaba excitada y mi respirar acelerado, sentía la humedad pero me hacía falta tu caricia divina, sola ya no podía Yo consolarme como antes, quería sentirte.
Vacío el vaso en mi mesita de noche, me paré para ir a tomar agua y así calmar la amargura de mis labios que se quedaban otra noche sin besar tu boca, descalzos mis pies en el frío piso recordaron tus caricias y aquellos acertados comentarios de simetría aplicados a mi anatomía, primero me hicieron reír pero después todo lo pude comprobar, al final no logró el agua saciar esa sed de Ti, te añoro mordiéndome los labios entre mis gemidos.
De vuelta en mi cama solitaria apagué la luz y vestida de nuevo me acosté buscando los consejos de Morfeo, sin proponérmelo esta vez con los ojos cerrados volví a soñar despierta, sentía tus manos recorrer mi cuerpo acariciando cada íntimo rincón de mi piel con suaves movimientos que me estremecían más cada vez, ya me vencían los deseos del placer y mis dedos temblaban impacientes por tomar cartas en el asunto, todo por soñar despierta.
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