Leonardo BALDISSERI ALLANIC

Tus palabras llanas y honestas al principio llamaron mi atención, tus miradas largas y profundas después me llenaron de ilusión, así tus abrazos de lado izquierdo al momento me dijeron que algo latía en cada pecho. Cada uno en cada lugar aún los recuerdos. El roce discreto y sencillo de tus dedos por mis manos, sin buscarlo fue costumbre de mi piel, con caricias sencillas me mostraste la más sana intención de aprecio, algo simple que tanto me gusta todavía. Tu tacto cálido y suave me ha resultado fascinante. La ternura de tus labios húmedos al besar mi boca me dejaba cada vez con más deseos de seguir respirando tu aliento, con ganas de continuar disfrutando el sabor de tus besos, a ojos cerrados quedaba sin pausa abrazada a tu pecho, con el aroma de tu cuello. Sin prisa cada momento fue único, algo especial, incluso sin pretender agradarnos nos reímos de cada detalle de la forma más natural que he vivido. Esto, que no hubiera imaginado jamás pasó entre Nosotros. Y me gustó, y me gusta ...

Hoy me desperté sin recordar qué fue lo que soñé, pero sí tiene que ver con Él porque mi cuerpo guarda la evidencia de humedad que moja mi cuerpo al estar cerca de su piel. No tenía idea de que a mi edad me pasarían estas cosas, pero ¡qué bueno se siente! Su presencia me hace bien, su mirada sana me hace bien, su saludo alegre me hace bien, su abrazo cálido me hace bien, su conversación amena me hace bien, el roce de sus manos me hace bien. Incluso leerlo me hace bien. En general: Él me hace bien, con todo. Nos hablamos sin horario y disfrutamos cualquier ocasión al vernos en cualquier sitio. Pero cuando compartimos sanos ratos entre risas, acaso tomando un café, a menudo tenemos momentos de tensión donde quisiéramos comernos a besos sin que importe el lugar. Me da risa cuando a veces me dice muy serio que lo deje comerse mi pintalabios. Increíble, salta con cosas delante de la gente que me dejan sin aliento, es una forma distinta de pedirme besos, y Yo que disfruto de sus labios travi...

Cada noche después de bañarme cruzando para acostarme me detengo y lo miro, detrás del espejo existe un mundo de ensueño que me hace pensar, me llena de nostalgia, me anima la piel y los dedos recordando las maravillas de la vida en pareja que una vez fue. Mis deseos de mujer no son pocos, y Yo los disfruto cada vez que puedo sin que ello me cause remordimientos. Cuando nadie me ve me paro frente al espejo y conversamos con calma, generalmente Mí misma me entiende y me complace con placer, así todo es fácil. Detrás del espejo todo es conocido, mas nadie sabe quién es quién, apenas se ven las siluetas de cuerpos desnudos que se mueven en ese loco vaivén de sensaciones anheladas que encuentran después un final calculado de respirar agitado y poco sudor goteando. Detrás del espejo somos diferentes, silente se queda el alma que hoy reclama que esas viejas ansias de amar sean complacidas con el calor de un cuerpo hetero que deje caricias tiernas en la piel, sin excusas por doquier, para ele...

Y me quedé mirando sus ojos esa primera vez, como buscando en su mirada las respuestas correctas de todas mis preguntas, incluso de aquellas que no me atreví a preguntar, mas sentí la verdad andando sola en la conversación y entonces tampoco Yo tuve miedo. Y me quedé sentada a su lado, cómoda, fue un momento placentero, creo que por primera vez en mucho tiempo me olvidé de mirar el reloj que se pinta en la pantalla del celular, mis labios como que se olvidaron de lo que habíamos dicho, y empezaron a sonreír. Y me quedé conversando con Él, de tantas cosas, y resultó ser que todas me parecían hermosas. Sin prisa tuvimos las miradas, las palabras y las sonrisas, hasta que fue tiempo de marcharnos de aquel lugar, que fue mágico de una manera totalmente inesperada. Y me quedé esperando su abrazo en el parqueo, uno fuerte del lado izquierdo, normal para Mí, pero cuando me abrazó otra vez me cautivó y supe entonces que algo empezaba, algo diferente, bonito, me hizo sentir un poco de miedo que...

De pequeña pensaba que los días eran todos iguales, como contados, que simplemente pasaban, pero ahora cada día me va gustando más y más cada uno, sobre todo cuando lo veo y lo abrazo, y lo beso, y me paso tiempo con Él tomada de su mano hablando sin prisa. No han habido dos momentos parecidos y tampoco nos ha importado el lugar, cada hora ha sido diferente y sutil en Mí va creciendo este sentimiento de querer quedarme a su lado, acaso la gente alrededor habla como callada, los pasos no se sienten al caminar. Estaba de regreso en la casa y como siempre ha pasado recientemente me sentía distinta después de verlo, pero hoy mi cuerpo volvía cálido de la cita y me reclamaba mi atención, vibrante lo sentía, sin remedio traté de pensar diferente mas en vano todo fue. Una ducha fría suele calmar el calor traído de la calle y eso pensé de repente, me parecía prudente, aunque ante la desnudez de mi piel pude entender que habían unas razones adicionales para sentirme distinta, y esta vez no enco...

Hoy mis deseos andan sueltos y no puedo disimular cuánto quiero abrazarlo y a ojos cerrados besarlo lento, sintiendo de su corazón cada pálpito hasta beber de sus labios el sabor de su boca, así mirarlo después sin tener que decirle lo mucho que lo quiero. Hoy casi siento el cálido aliento de su respirar agitado y las cosquillas me hacen reír a carcajadas cual niña que ayer nada sabía. Cerrando los ojos suspiro y casi me liberan sus manos de las ropas que antes fueran barreras para sentir en mi piel su ser. Hoy la brisa fresca del atardecer se cuela discreta en el sitio, traviesa casi acaricia mi cuerpo y me hace estremecer. Casi siento sus dedos soltando los tirantes del vestido tras mi cuello y los hombros casi se descubren ante sus besos húmedos de ansias. Hoy casi siento en mi pecho la ternura de sus caricias descubriendo en silencio mis senos, casi tengo para Mí la verdad del placer en primera persona como nunca pudo existir, y así casi contemplo su fiel mirada de niño ante esa re...

Cada mañana temprano despierto con la ilusión de saberme suya, veo sus mensajes y se hace presente en mi pensamiento, sin levantarme sonrío con el buenos días, me alegran los románticos, sobre todo me cautivan los míos, empiezo el día sintiéndome especial. Cuando llego a los lugares donde sé que me espera, mi corazón pierde el control de los latidos y siento mi sangre apresurada ir calentando todo mi cuerpo al caminar, casi sudo. ¡Qué sensación tan rara! Luego al verlo hasta tiemblo de emoción, y me encanta. Me gusta su presencia y a su lado no me siento presionada, me cautiva su conversión casual sin metáforas. Estando con Él me encuentro feliz, disfruto mucho su compañía porque me olvido de todo y de Mí; siendo Caballero no deja de ser divertido y ocurrente. Sus manos tienen magia, cuando tocan mi piel siento un voltaje que me baja por las costillas hasta la cintura. Se siente bien en verdad, aún no sé qué es, nunca antes me había pasado. Me gusta tener sus dedos entre los míos busca...

Tantas ideas pasan por mi mente y a una velocidad tal, que a veces no puedo decir todo lo que quisiera. Sin embargo, hablar con Él me conforta, me entretiene y no temo compartir mis pensamientos. Increíblemente vamos teniendo un alto nivel de coincidencia. A menudo conversamos a distancia, casi a cualquier hora sin planificación, siempre las risas dominan los espacios sin voz, de cualquier parte sale una nota jocosa, un chiste ó una anécdota divertida, es agradable escucharle y más cuando me habla sin pudor. Con Él hablar sin pudor es distinto, es como raro mas a la vez emocionante y además novedoso cuando Yo también puedo decirle de mis cosas sin miedo, hablarle como pensando en voz alta de mis gustos y temas privados, incluso de mis preferencias más íntimas. Tanto disfruto tener una conversación inteligente y hablar sin pudor que me río después sabiendo que no estoy loca, que me siento simplemente libre, que a nadie tengo que pedir algún perdón por algo que diga, que cualquier duda s...

Y cada día siento que soy más grande, aunque no aumenta mi talla y me da hambre; cada día siento que soy más fina y bella, aunque el espejo se ríe y lo niega; cada día respiro un aire más puro, aunque duermo en el mismo aposento y nada en mi cama es nuevo. Cada día un poco más, así crece suelto en mi pecho este sentimiento que nació sin buscarlo, que quiere verme feliz Conmigo misma y a la vez con Él también, sin pretensiones egoístas, sin perjuicios de mi pasado y sin prejuicios de un futuro que no conozco. Cuando me habla sin prisa me olvido de cuál idioma usa, apenas me mira sin pestañear y lo entiendo todo; cuando me abraza me falta el aire y todavía no me aprieta los huesos; cuando me besa mi boca quiere seguir entre sus labios y mejor morderlos despacio. Cada día un poco más, así con ternuras de palabras y caricias me voy convenciendo de que puedo ser feliz de nuevo, quizás más que cualquier otra vez; el Destino se ríe, la Fortuna me mira, por una vez sin dudar creo que todo es p...

Apenas me despierto sin proponérmelo siquiera a pensar en la cama me siento, feliz ya me quedo admirando este lindo proceso, fiel este sentimiento crece como una bola de nieve rodando colina abajo, sin saber dónde pisa ni cómo gira, es más grande cada día. Fui confiada antes por inexperta, después crecí, me entregué en cuerpo y alma a la vida y a los míos, hasta entender más tarde que no todo era del color de las rosas. Estuve triste pero fui fuerte, sufrí y lloré con valor, después como pude seguí adelante. A veces después, ya tomándome el café, me quedo por largo rato como embobada mirando por la ventana, no sé qué busco afuera pero igual miro. Aquí todos me ven como rara sin saber qué me pasa (incluso la perrita), y ojalá no me pregunten porque Yo, nada sé. De repente pestañeo rápido y me espaviento, entonces en el celular me pongo a leer, o mejor dicho, a releerlo. Creo que lo hago por instinto porque explicación no tengo, cuando Yo misma me lo pregunto termino siempre con la misma...

A veces me dice cosas que sencillamente me dejan sin aliento, y son lindas todas, palabras incluso cortas pero que tengo que pensarlas más de una vez antes de saber si contesto al momento ó simplemente sonrío callada. Me encanta cuando pregunta qué pienso. Me gusta, pero me asusta. Ya no confundo las cosas que siento, ha pasado el tiempo con su gente que ha venido y se ha ido, Yo normalmente digo al mundo lo que pienso, pero hoy me pregunto a Mí misma si es cierto por lo que tiemblo estando sentada al verlo. Yo que creía que hacía mucho tiempo ya sabía qué sentía el alma mía en sus adentros cuando me reía llena de alegría cualquier día conversando con gente que parecía de verdad. ¡Qué corta es la vida! ¿Cómo me hago? ¡Qué frágil la mente! ¡Qué pequeño el país! Me gusta, pero me asusta. Ya no soy la joven aquella que vivía cada día cual si fuera el último, ahora me quiero más y además mucho amo a los míos, entonces la vida ahora me indica que no es el final del camino, pues ese caballer...

Entré quitándome las gafas oscuras, el mediodía había llegado con el sol a toda plenitud; la primavera tiene los días contados. Me abrazó largo. Antes de hablarme ya tenía Él en la mano una cerveza. Yo al sentarme preferí tomar un capuccino, lo necesitaba. Apenas sonriendo me miraba, me miraba a los ojos como queriendo leer en mis pupilas todo eso que a nadie le digo, aquellos secretos de Mí que solo mi almohada conoce. Me miraba con tanta ternura que creo que empezó a escucharme, aún estando mi voz callada. ¡Cómo me miraba! Sus pequeños ojos marrones parecían sinceros. A pesar de la novedad su compañía mucho me agradó, su palabra honesta me regalaba confianza para conversar de casi todo, es natural, tímido a veces mas otras resultó audaz al hablar del pasado. El Tiempo, discreto voló a toda velocidad y nos dejó ahí sentados, acaso distraídos nomás mirándonos, ni siquiera nos dimos cuenta de cómo se escurrieron las horas entre sorbos de café y cervezas, entre alegres diálogos conversan...

El porte de caballero resalta a lo lejos. Caminaba despacio, como quien sabe dónde va y cuándo tiene que llegar, serena la mirada en la senda y sueltas las manos sin hacer fuerza, pero mostrando ritmo al andar, a pesar de la llovizna que se asoma más allá. Sonriendo me dormí pensándolo. Creo que me había quedado con el deseo de un poco jugar con su barba; curiosa acaso por saber si era prudente tocar sus labios una primera vez, luego despacio alcanzar su nariz con la mía, besarle cerrando los ojos sin temer. Dentro de mi sueño calmada Yo le esperaba y Él justo a mi encuentro llegaba, el tiempo se detenía y nos permitía en paz mirarnos por largo rato, así tomarnos de las manos, y luego abrazarnos entregándole al momento cada pecho latiendo un mismo sentimiento. Dentro de mi sueño no hacía falta decir palabras, sutilmente cada uno iba adivinando aquellos deseos pendientes, se quedaron en pausa las ansias, las miradas sin pudor todo lo contaban, mi pelo era suyo en un juego y mío era su a...

De regreso en Casa me quedo pensando y al rato aún no sé cómo voy a decirle lo que siento. Tal vez nada deba decir, solo dejar que fluya la vida de cada cual, total, hace unos días no estaba en mi mente; mas ahora está Conmigo silente donde quiera que voy. Afortunada soy en verdad, mi vehículo sabe siempre cómo volver a la Casa cuando no le digo qué hacer, pues esta tarde era la sonrisa la que iba conduciendo al salir del lugar. ¡Y Yo qué ganas que tenía de quedarme otro rato con Él a charlar! Seré paciente. Corazón con corazón al marcharnos me abrazó, no una vez sino dos. Sentí en mi pecho el raudo latir de su sentimiento; ya en mi espalda sus manos me protegían de la brisa vespertina. Fue un momento especial, sobre todo porque fue espontáneo, algo muy casual. Conversamos de unas cosas y de otras, amenamente, sin reservas, usando siempre palabras simples, entre anécdotas y confidencias se fijaba en mi ropa, en mi piel y en mis manos, me observaba como curioso, pero respetando las post...

Inocente a veces como y bebo lo que me gusta, sin que mucho me importe la hora ni la ropa. Mas algunas veces la picardía me invade y hace que no repare en imaginar todo aquello que extraño, lo que a veces me falta aun sin pena y que en la memoria se queda. Hoy me inquieta saber lo que siento tanto como sentir lo que sé en silencio, y no sueño despierta ni mi locura me acecha detrás de los espejos, ya no soy una niña, pero sí, el corazón late más aprisa y cada día al despertar se pinta en mi cara una sonrisa. Confieso sin miedo que siento íntimos deseos, son todos sencillos, de esos que el tiempo los convierte en anhelos de placer, algo así como abrazarme a su pecho sin previo motivo y respirar su calor cerrando los ojos hasta sentir sus labios morder los míos. Quizás sólo quiera medir su estatura, ó saber del olor de su barba y cercanos sentir en mi vientre su cintura, luego tal vez respirar su aire mirándole a los ojos sin parpadear, que sepa de una vez que anhelo el sabor de su boca ...