Íntimos deseos

Inocente a veces como y bebo lo que me gusta, sin que mucho me importe la hora ni la ropa. Mas algunas veces la picardía me invade y hace que no repare en imaginar todo aquello que extraño, lo que a veces me falta aun sin pena y que en la memoria se queda.

Hoy me inquieta saber lo que siento tanto como sentir lo que sé en silencio, y no sueño despierta ni mi locura me acecha detrás de los espejos, ya no soy una niña, pero sí, el corazón late más aprisa y cada día al despertar se pinta en mi cara una sonrisa.

Confieso sin miedo que siento íntimos deseos, son todos sencillos, de esos que el tiempo los convierte en anhelos de placer, algo así como abrazarme a su pecho sin previo motivo y respirar su calor cerrando los ojos hasta sentir sus labios morder los míos.

Quizás sólo quiera medir su estatura, ó saber del olor de su barba y cercanos sentir en mi vientre su cintura, luego tal vez respirar su aire mirándole a los ojos sin parpadear, que sepa de una vez que anhelo el sabor de su boca probar. Que sepa quien soy.

Cada espacio de su piel lo quiero conocer, a la luz de la luna quiero desnudar su espalda y ceñir mi pecho a su suspirar, así luego cantar alguna balada que me diga otra vez que soy una mujer con deseos de amar, entonces sentir el tierno roce de sus dedos.

Quiero que sus labios anden por todo mi cuerpo buscando los secretos que hace tiempo guardé, que encuentre todo lo mío y lo haga suyo más de una vez y que cuente mis pecas también, que me haga sentir que vivo otra vez, incluso más feliz que la primera vez.

Son íntimos deseos todo esto que siento, deseos de mujer, es simple decirlo pero preciso valor para vivirlos, por eso me inquieta saber lo que siento y sin dudas ya lo quiero conocer, como antes se hacía, frente a frente, sin límite de tiempo y sin empate.

3-May/2021 (Serie Deseos de Mujer)



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