Corazón con corazón

De regreso en Casa me quedo pensando y al rato aún no sé cómo voy a decirle lo que siento. Tal vez nada deba decir, solo dejar que fluya la vida de cada cual, total, hace unos días no estaba en mi mente; mas ahora está Conmigo silente donde quiera que voy.


Afortunada soy en verdad, mi vehículo sabe siempre cómo volver a la Casa cuando no le digo qué hacer, pues esta tarde era la sonrisa la que iba conduciendo al salir del lugar. ¡Y Yo qué ganas que tenía de quedarme otro rato con Él a charlar! Seré paciente.

Corazón con corazón al marcharnos me abrazó, no una vez sino dos. Sentí en mi pecho el raudo latir de su sentimiento; ya en mi espalda sus manos me protegían de la brisa vespertina. Fue un momento especial, sobre todo porque fue espontáneo, algo muy casual.

Conversamos de unas cosas y de otras, amenamente, sin reservas, usando siempre palabras simples, entre anécdotas y confidencias se fijaba en mi ropa, en mi piel y en mis manos, me observaba como curioso, pero respetando las posturas como todo un caballero.

Hablar no es lo mío, nunca lo ha sido, pero hoy en verdad quisiera decirle sin rodeos que me sentí muy a gusto estando a su lado. Siendo coqueta como siempre soy está tarde me volví una mujer plena y sencilla sin nada temer y me gustó. No sé cómo llamarle.

Me miró tantas veces y de tantas maneras que creo que descubrió en mis ojos todas las palabras que Yo misma no alcancé a pronunciar cuando las ansias de verlo al llegar chocaron con la realidad de su encuentro. Alto, apuesto, varonil y sí, todas las demás.

Corazón con corazón nos vimos de cuerpo y nos miramos a los ojos para saludarnos con pudor, apremian las circunstancias y ninguna precaución sobra, aunque la confianza luego nos dejó respirar libres y se rompió el hielo de hablar de frente por vez primera.

18-Jun/2021 (Serie Deseos de Mujer)



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