La experiencia no se estudia

De manera intencionada ó de forma desapercibida hacemos que pasen las cosas, a veces con conciencia y otras veces sin pensarlo, algunas veces sin medir los efectos ni las consecuencias. Así, las cosas van pasando unas después de las otras y sin mirar atrás.

Parados al borde de la cima del tiempo miramos hacia atrás sólo para ver lo que no pudimos apreciar mientras caminábamos cansados entre aciertos y tropiezos, acaso sin cariño, y ya con hambre.

La distancia hace que todo se vea diferente, pues los detalles los vemos de cerca, pero la forma se distingue mejor a lo lejos, donde las siluetas se muestran completas y como son en realidad.

Gracias al tiempo y a la distancia hoy somos mejores personas, mejores que ayer, es porque la experiencia no se estudia, se vive. A veces entre risas y abrazos, otras veces duele y nos hace llorar, pero siempre enseña. Al final es necesaria la experiencia.

23-Jun/2021 (Serie El Gato y Yo)