Aunque se nieguen mil y una vez
Piensas que no, que hoy nada extrañas de Mí y te dices a Ti misma que ya es tema pasado todo aquello que fue primera vez Conmigo, crees que al pensarlo toda una noche y gritarlo cien veces a viva voz todo lo dejaste olvidado. Ingenuas ideas tu mente ha cultivado en mi ausencia, deberías saber por experiencia que las veces primeras por siempre se quedan altivas cuando los ojos se cierran, nunca se olvidan aunque se nieguen mil y una vez.
Aquellas miradas calladas, sin parpadear siquiera, que te regalaron mis ojos mostrándote esas sonrisas honestas marcadas en mi cara sin fingir alegrías ajenas, te veía mordiéndote los labios de rojo todavía pintados y se tropezaban en tu boca las palabras de inocente sentido, los dos sentados frente a la gente a quien nadie escuchaba, aquellos momentos llenos de deseos de besarme nunca se podrán olvidar, aunque se nieguen mil y una vez.
La suavidad natural que tu piel me regaló en cada caricia es un vivo recuerdo para Mí, íntimos momentos que añoro, como sé que añoranza también es para Ti el abrazo sincero de mis manos traviesas en tu espalda soltando el sostén que aprisiona sin juicio los latidos de tu corazón, apresurados por demás al llegar por el vientre mi abrazo bajo el pantalón, esos gemidos de placer quedan en el alma guardados, aunque se nieguen mil y una vez.
Esos miedos de vivir de nuevo el dolor de viejos episodios de desamor te consumen, las cicatrices de batallas pasadas aún sangran sin tener cura, tu alma llora todavía lágrimas marchitas de un pasado que marcó tu camino y tu vida hasta matar la esperanza de ser feliz algún día al lado de un ser noble, así va tu paso equivocando el rumbo y sigues creyendo que todos los hombres somos iguales, son tus ideas aunque se nieguen mil y una vez.
Aquellas miradas calladas, sin parpadear siquiera, que te regalaron mis ojos mostrándote esas sonrisas honestas marcadas en mi cara sin fingir alegrías ajenas, te veía mordiéndote los labios de rojo todavía pintados y se tropezaban en tu boca las palabras de inocente sentido, los dos sentados frente a la gente a quien nadie escuchaba, aquellos momentos llenos de deseos de besarme nunca se podrán olvidar, aunque se nieguen mil y una vez.
La suavidad natural que tu piel me regaló en cada caricia es un vivo recuerdo para Mí, íntimos momentos que añoro, como sé que añoranza también es para Ti el abrazo sincero de mis manos traviesas en tu espalda soltando el sostén que aprisiona sin juicio los latidos de tu corazón, apresurados por demás al llegar por el vientre mi abrazo bajo el pantalón, esos gemidos de placer quedan en el alma guardados, aunque se nieguen mil y una vez.
Esos miedos de vivir de nuevo el dolor de viejos episodios de desamor te consumen, las cicatrices de batallas pasadas aún sangran sin tener cura, tu alma llora todavía lágrimas marchitas de un pasado que marcó tu camino y tu vida hasta matar la esperanza de ser feliz algún día al lado de un ser noble, así va tu paso equivocando el rumbo y sigues creyendo que todos los hombres somos iguales, son tus ideas aunque se nieguen mil y una vez.
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