Café con Pan
Unos cantos de los gallos jóvenes empezaron a sonar, apenas las luces primeras de alba parecían encenderse lejanas en el horizonte y aún pálidas se asomaron por lo alto de la ventana del aposento desafiando las cortinas amarradas del techo, un nuevo día ya nacía y mil esperanzas con él para la vida del campo y su gente.
El Viejo, sigiloso se apeó de la cama para no despertar la Vieja y se habilló con una ropa de trabajo que le tenían lavada en la repisa, sombrero en mano empuñó el colín para ir a la hortaliza a sacar víveres y de pasada por el gallinero a recoger huevos, el amanecer campesino esperaba el sol para la jornada de trabajo.
Cuando el Viejo venía llegando de vuelta por la vereda de atrás enseñó el júbilo en una sonrisa callada, la Vieja tenía ya lista la mesa de afuera con café recién colado, leche fresca y unos panes de campo calentitos para desayunar, alegre se apresuró hasta la cocina con los huevos y los víveres para completar la dieta.
El Viejo, sigiloso se apeó de la cama para no despertar la Vieja y se habilló con una ropa de trabajo que le tenían lavada en la repisa, sombrero en mano empuñó el colín para ir a la hortaliza a sacar víveres y de pasada por el gallinero a recoger huevos, el amanecer campesino esperaba el sol para la jornada de trabajo.
Cuando el Viejo venía llegando de vuelta por la vereda de atrás enseñó el júbilo en una sonrisa callada, la Vieja tenía ya lista la mesa de afuera con café recién colado, leche fresca y unos panes de campo calentitos para desayunar, alegre se apresuró hasta la cocina con los huevos y los víveres para completar la dieta.
4-Abr/2020 (Serie Fotografía y Sentimiento)
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