Pregunta el amor
¿Y qué importa si no te has arreglado hoy el pelo? Yo lo veo tan lindo y fresco como siempre.
¿Y qué importa si no te has pintado las uñas? Yo las veo preciosas como todos los días.
¿Y qué importa si no te has puesto el pintalabios rojo? Yo veo tu boca y siento el mismo deseo de besarla despacio y más morder tus labios.
¿Qué importa si no llevas maquillaje en la cara? Yo prefiero verte al natural, acariciar tus mejillas y tu frente, sin nada que argumente si es pura tu belleza.
¿Qué importa si no llevas puesta tu mejor vestimenta? Yo mejor quiero desnudarte, disfrutar las curvas de tu cuerpo, ya descubrir todos los secretos de tu piel.
¿Arriba ó abajo? ¿De frente ó de lado? Estas preguntas pudieran tener muchas respuestas, pero al amor poco le interesa la semántica, lo que vale es la plenitud.
No importa si está encendida la luz ó si está apagada, la piel vibra igual con los deseos del cuerpo cuando entre gemidos los anhelos se convierten en placeres.
¿Y qué importa si no te has pintado las uñas? Yo las veo preciosas como todos los días.
¿Y qué importa si no te has puesto el pintalabios rojo? Yo veo tu boca y siento el mismo deseo de besarla despacio y más morder tus labios.
¿Qué importa si no llevas maquillaje en la cara? Yo prefiero verte al natural, acariciar tus mejillas y tu frente, sin nada que argumente si es pura tu belleza.
¿Qué importa si no llevas puesta tu mejor vestimenta? Yo mejor quiero desnudarte, disfrutar las curvas de tu cuerpo, ya descubrir todos los secretos de tu piel.
¿Arriba ó abajo? ¿De frente ó de lado? Estas preguntas pudieran tener muchas respuestas, pero al amor poco le interesa la semántica, lo que vale es la plenitud.
No importa si está encendida la luz ó si está apagada, la piel vibra igual con los deseos del cuerpo cuando entre gemidos los anhelos se convierten en placeres.
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