Temas de la noche
En
la tranquilidad que reina después del ocaso, cuando ya se ha llorado la lenta
partida del atardecer y empero se empieza a disfrutar de la fresca brisa de la
noche, el cuerpo toma un minuto de silencio para respirar dos veces y así el
alma dispone el orden de los pensamientos más íntimos del corazón de cara a los
anhelos perdidos de la comprensión, si acaso se tiene la compañía adecuada el
deseo toca cauto a la puerta del momento, cuando todos se han ido, cuando todo
está quieto, cuando es tiempo de amar.
Los
temas de la noche llegan y se presentan sin miedos ni misterios, sutiles las
miradas se cruzan llenas de ansias contándose los anhelos de vivir instantes de
placer. Entonces dominan los instintos de cada género sobre el razonamiento y
vibra de emoción la piel en sus adentros, la misma piel que luego deja sudadas
las sábanas cuando todo termina.
Temas
de la noche que hacen que cada una sea distinta de algún modo, con formas de
amar evolucionando en sí mismas con cada abrazo, con cada beso, con cada caricia.
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