Meditando para convencer

Finalmente he podido dormir durante la noche, vamos a ver ahora dónde estará Mi Amigo El Gato, seguramente durmió fuera y andará ya con hambre dando vueltas por ahí.

¡Oh Gato! Dime a ver ¿qué de ti? ¿Todo bien?

No te hagas el gracioso, me dejaste afuera y nada para comer en el plato, desde ayer.

Bueno, entonces deberás aprender a dormir tranquilo si quieres volver a dormir Conmigo.

Ajá, siempre tienes lista una excusa y una explicación para ponerme entre la espada y la pared, como que no somos del mismo equipo y luchamos juntos por los mismos objetivos, no vamos a ganar las batallas así, separados.

Ya veo, estuviste meditando para tratar de convencerme de que te deje entrar de nuevo a la habitación, pero necesito que entiendas que tenemos que ponernos de acuerdo para poder los dos descansar durante la noche.

De acuerdo Humano, te voy a dejar dormir, pero ya dame de comer, que tengo hambre.

Cada día hay que buscar el sustento Gato, tú en algún momento tienes que entender eso.

Sí, es que yo bien te entiendo, y no me veo meditando para convencer a nadie, pero es que Tú no me la pones fácil, yo tengo una vida social y no me puedo acostar a las diez de la noche, yo estoy joven y tengo anhelos.

Je, je, Yo sí creo que estás meditando para convencer, creo que estuviste practicando y no lo veo mal, a veces hay que sentarse a pensar y hablar con Uno mismo, y para eso no se puede tener hambre, así que come ahora que luego tú y Yo vamos a charlar.

Bueno, está bien, pero dame un poco de leche.

Lo raro es que lo sigo viendo tranquilo, como que no le importa seguir esperando que la Bella Señora le hable ó lo vuelva a llamar.

Gato, ya te he dicho que dejes de estarme murmurando, suelta ese tema que el sol no sale más temprano por llamarlo mucho, Yo no tengo prisa ni tengo reloj, tengo tiempo.

Extrañas palabras dichas por un Extraño Señor, no podía ser de otra manera, ya lo sé.

Nadie es igual a nadie y lo diferente es lo que nos hace ser cada uno a cada cual, no es nada extraño, simplemente cada quien es como es y siente lo que siente sin querer, a veces lo aceptamos y a veces nos molesta.

Entonces, ¿crees Tú que a Ella le molesta?

Una Bella Señora nunca dirá cuáles cosas del corazón son penas y cuáles son sus alegrías. Además, un Extraño Señor no tiene que estar preguntando cosas. Todo es simple cuando un Caballero ama a una Dama y ambos en sí se entregan sin cuestionar los sentimientos.

12-Ago/2019 (Serie Mi Amigo el Gato)