Este amor es cosa de dos
Cada
amanecer puede parecer igual, quizás visto a lo lejos, pero cada vez algo
cambia cuando va subiendo el sol sobre el horizonte, y luego lo vemos, y
entonces entendemos que es realmente un nuevo día, uno diferente.
OK, ¿ahora cuál es el tema?
Gato,
por favor déjame ver el amanecer en paz, que tú estás llegando ahora de tus
andanzas y Yo tengo mucho qué pensar; hoy quisiera saber qué decirle al viento,
si acaso Ella escuchara en su ventana las quejas del silencio.
Bueno, parece que te levantaste triste.
No,
triste no es la palabra que describe cómo me siento hoy. Son tantas las cosas
que llevo en la mente que a veces Yo mismo no sé cómo puedo con ellas, pero con
calma se logra, un día a la vez y seguir adelante.
Ya, pero ¿y Ella? ¿Por qué no la llamas?
Tantas
veces he pensado muy aprisa, las ideas andan más rápido que la realidad y no
quiero hacer algo antes de que pase, porque todo ha de llegar a su justo
tiempo, como el amanecer, que no llega antes por mirarlo más.
¡Sopla! Ahora sí estamos hablando, ¿cuál es el plan
entonces?
La
naturaleza es el mejor ejemplo de la vida. Hay que sembrar la semilla en tierra
fértil, cada día regar y limpiar la siembra y cuando el árbol crece cuidarlo
para que dé frutos que al tiempo irán madurando para ser sabrosos.
Adelanta el diálogo y dime, ¿cuál es el plan?
Es
que no puedes comer los frutos que no has cosechado, como no puedes cosechar
los frutos de árboles que no has sembrado, y no puedes sembrar árboles si no
tienes semillas para sembrar y encontrar tierra fértil.
Entendí, pero no muy bien. ¿Quién es el árbol?
Este
amor es cosa de dos, no sólo Yo puedo saber y querer amarla, Ella también ha de
ser una parte real de esta historia de amor, para poder hacer del amor nuestra
historia mejor. Sin
Ella no hay historia ni hay amor para dar.
Oye Humano, me estás enredando la cabeza.
La
cabeza enredada ya la tengo Yo hace tiempo, y creo que Ella también tiene que
desenredar algunas ideas, que no es fácil amar y entregar la confianza del
alma, es lindo cuando se sabe amar pero no es fácil.
¿Y Ella te ha dicho que te quiere, que te ama?
Las
palabras a veces son tan difíciles de decir a quién hay que decirlas que Uno no
sabe al final qué se puede decir. Yo mismo no sé qué está pensando hoy la Bella
Señora, imagínate que nunca a pronunciado mi nombre.
Yo creo que simplemente no le gusta tu nombre.
Decir
un nombre puede ser decir te busco, te espero, te quiero. Si no lo dices
entonces puede ser tengo miedo, no puedo, no quiero.
Y
a Mí que me encanta su nombre, tanto el primero y más el segundo que nunca usa.
Ya volviste a ponerte triste, me voy, hablamos luego.
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