Quince mil días
Yo
no sé cuántos días han pasado desde que te conozco, o será mejor decir, desde
que te conocí, sin son once ó son quince mil, pero como nadie es profeta en
vida propia, marco en el calendario el día dieciocho, de los corrientes mes y
año, como aniversario de tu descubrimiento. Si antes eras Yo no me acuerdo, quince
mil días son muchos días.
Yo
no sé cómo había vivido sin haberte conocido, si acaso la tuya fue vida cuando
no me conocías, ó si es que fue necesario sufrir tantos veces por distintos
caminos sin saberlo siquiera, para aprender que la vida es dar lo que se tiene,
sembrar lo que realmente se quiere, cuidar la siembra y cosechar los frutos
cuando es su tiempo, ni antes ni después.
Yo
no sé si es necesario decir qué se siente, si acaso al tocar mi piel adivinas
la emoción que me causa el tenerte cerca ó tengo que precisar cuántas son mis
ansias por acariciar tu cara mojada debajo de la ducha cuando te bañas pensando
en Mí. Tal vez sería mejor comprobarlo ya ó tal vez dejar que fluyan los
eventos a través de tiempo como siempre.
Yo
no sé lo que pasa Conmigo cuando Tú me miras, es injusto verte de frente y no
poder morder tu oreja derecha cuando te saludo abrazando tu espalda, si la
distancia entre mi boca y tus labios hoy pudiera vencer te besaría de veras, a
ojos cerrados sin tiempo ni historia, sin prisa ni palabras, aprendiendo a
besar tu boca como quieres Tú.
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