Todo me da igual
Estoy
como la tabla del 1, todo me da igual
hoy
es lo mismo ya si estás presente ó ausente
porque
sabrás que Yo apenas quise conocerte
y
acaso pensar que un día te podía amar.
Un
día cualquiera, como hoy, me hubiera encantado
tener
sobre mi humanidad tu verde mirada
sentir
tu respirar, tu aliento de madrugada
pensar
que cual el más osado te habría amado.
Fueron
pues consecuentes el Destino y la Suerte
entre
los dos tejieron los hilos de un momento
que
como magia silente nos trajo al encuentro
pero
hoy el olvido fue más fuerte y elocuente.
Maduró
unido al árbol el fruto del deseo
justo
cuando aún no podíamos cosecharlo
y
de repente se detuvo el tiempo a mirarnos
te
besaré en el alma si de nuevo te veo.
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