Hoy me despertó
Hoy
me desperté y no sé para qué me puse a pensar en Él, si no me escribe desde
hace un par de días, bueno, después de todo lo que le dije el domingo no debió
insistir en ponerme esos mensajes, sin saber quién los puede ver.
Hoy
me despertó su voz llamándome, usando todos los nombres, cómo me hizo una vez,
y no sé cómo escuché su respiración también.
Igual
todavía estaría soñando, pero lo oí muy claro, me dijo mis nombres y mis
apellidos.
Hoy
me despertó su imagen sentado al borde de la cama leyendo un poema que escribió
para Mí, uno de tantos que Yo misma leí sin que Él lo supiera, y callé para
poder preguntar con la vergüenza vencida a quién le escribía.
Hoy
me despertó la caricia de sus dedos en mi pecho, que durante mi sueño jugaban a
contar los lunares y las pecas de mi piel, bajando luego donde nadie ve además
del espejo, y me estremeció un anhelo sincero.
Hoy
me despertó su mirada, como moviendo la cabeza para verme mejor, y Yo cerré mis
ojos para que no le contaran cómo le soñaba antes de despertar, abrazaba mi
cintura por la espalda, con los labios llenos de mi ternura.
Hoy
me despertó su aliento tibio en mi hombro izquierdo en cueros, tanto que no lo
creía, cuando me abrazaba y sujetaba mi cuerpo bajo su cuerpo y Yo le pedía que
no dejara distancia entre su pecho y mi pecho.
Hoy
me despertó el sudor de su cuello que rodaba en gotas largas por mis espaldas
cuando nos quedamos sin respiración y se detuvo el movimiento de su cintura y
mis caderas; silencio antes de terminar el sueño.
Hoy
me desperté y no sé cómo terminé otra vez pensando en Él, algo que ya lo
habíamos decidido, las Gemelas y Yo. Será que algún recuerdo azul se me quedó
tirado por ahí, en medio se los hemisferios. Tengo que buscar.
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