Ella es alguien especial
No
sé por qué nunca lo supe...
Quizás
no había aprendido a leer las palabras de la mirada, tal vez aún no escuchaba
los sonidos del pensamiento, creo que no sabía entonces interpretar las señales
del alma, será acaso que simplemente éramos unos niños, apenas sentíamos.
Juventud,
divino tesoro de todos…
Ingenuos
tomamos en las manos con toda alegría las ganas de los años de la juventud, sin
mucho importar los caminos ni poner mayor atención a la compañía, igual todo
era sencillo, no había reproches ni sabíamos medir el tiempo de cada noche.
Como
han pasado los años...
La
vida misma se ocupó de enseñarnos lo que vale cada hora, lo que significa cada
lágrima, lo que cuesta cada sufrimiento, y sin embargo osados seguimos adelante
caminando sin cansarnos atravesando montañas y ríos para llegar al soñado destino.
Cuanto
dicen las palabras...
Dicen
mucho las palabras cuando son sencillas y claras, completas y correctas, sin
rodeos ni apariencias, sin sentido desviado, sin preocupaciones ocultas que muestren
desdén, las palabras todo lo dicen si se saben decir, por eso es especial
hablar Contigo.
Somos
juguetes del Destino y de la Suerte...
Nos
miró el Destino y nada dijo, sólo dejó que fluyera todo, mientras él pícaro se reía.
Ojalá no quiera separarnos la Suerte, porque Yo siento que Ella vale mucho, más
de lo que le han dicho y más de lo que Ella misma cree, y quisiera por siempre
atesorarle.
Ella
es alguien especial...
Sin
buscar explicar lo que siente siquiera, es propio indicar quién es Ella, porque
no lo sabía Yo ni lo sabía Ella. Uno se cree que sabe quién es la persona cuando
la ve parada al frente, pero la piel cubre la carne y el sentimiento, y no deja
ver el alma de nadie.
Ella
es alguien especial...
Cuando
me habla me dice lo que siente su corazón, sin pena, y no hace falta que diga
lo que guarda su emoción, porque son palabras sinceras, son ideas de luces que
iluminan el espacio donde miran los ojos del alma, palabras honestas que no conocen
la mentira.
Ella
es alguien especial...
Cuando
le hablo me escucha y me entiende antes de terminar la oración, sin conocerme
me conoce muy bien, quizás porque también Ella abrió las puertas de su corazón,
las mismas que una vez ambos cerramos, cansados de sangrar con esos amores
pasados.
Ella
es alguien especial...
Sin
mirarnos siquiera los dos sabemos cuándo la risa nos hace falta para bajar la
presión de la conversación, si acaso travieso le hablo de sus virtudes y Ella siempre
astuta me contesta sin dudas y me deja sin poder cerrar la boca siempre con sus
sabias palabras.
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