No, no lo sé...
Cada
vez que me doy cuenta y un poco lo pienso me da miedo, y la única verdad
verdadera es que no lo entiendo, y hasta hoy me creo que no es lo que quiero.
Tal vez lo mejor será dejar que pase el tiempo hasta que llegue la brisa de otoño, que con frescura levante del suelo lo que ya no pesa, que sensata se lleve por los cielos lo que ya no duele, que me deje a solas con los recuerdos, que cuando se sequen las lágrimas de mi alma Yo misma botaré el pañuelo.
29-Abr/2019 (Serie Bella Señora)
Ó
es tal vez que simplemente no quiero entenderlo. No, no lo sé...
Después
de los fracasos que me enseñaron a vivir con los dos pies puestos en el piso y
sonriendo con la frente en alto, mi vida siempre estuvo ordenada, siempre
estaba calculada y planificada, siempre vi con claridad el camino que me
esperaba por delante, sus llanos y sus laderas, sus altos cerros y sus hondos
valles. Todo lo veía y lo entendía sin dudar, incluso los letreros de límite de
velocidad, hasta que lo conocí.
Ahora
no sé cómo explicarme a Mí misma lo que me pasa, lo que siento sin querer, lo
que mi corazón grita en el silencio, lo que mis oídos oyen entre el bullicio de
la gente, eso que calla mi boca cuando cierro los ojos y respiro profundamente.
Y sí, mucho se parece a algo que conozco, aunque lo veo diferente, es un
sentimiento hermoso pero que me asusta, porque los recuerdos duermen pero no
siempre en paz.
No, no lo sé... Cuando me ha dicho que me quiere ver y conversar Conmigo para conocerme un poco, mi garganta no ha sido capaz de decir ni una sola palabra, ni un “sí” ni un “no”, es que no logro hablar ni siquiera para decirle un “tal vez” ó un “después”. Callada me quedo quizás por miedo a decir sin querer un “Yo también te quiero conocer”.
Tampoco nada hace la suerte para ayudarme a decidir cómo enfrentarme a Mí misma, si acaso el destino me lleva de nuevo un día a tenerlo de frente, creo que no sabría qué hacer, cómo mirarlo, si acaso saludarlo con una sonrisa ó simplemente ignorarlo, si estrechar su mano ó besar su mejilla, sentir su barba y captar el olor de su piel.
Tampoco nada hace la suerte para ayudarme a decidir cómo enfrentarme a Mí misma, si acaso el destino me lleva de nuevo un día a tenerlo de frente, creo que no sabría qué hacer, cómo mirarlo, si acaso saludarlo con una sonrisa ó simplemente ignorarlo, si estrechar su mano ó besar su mejilla, sentir su barba y captar el olor de su piel.
A
veces voy por las calles manejando, también caminando en los sitios, y miro a
mi alrededor sin razón, es algo inconsciente, aunque no estoy segura por qué lo
hago, pero siempre curiosa veo tras las ventanas, entre la gente, busco por si
acaso Él está presente. Y sí, lo sé, lo siento y lo pienso, pero no hago nado,
no digo nada, lo dejo todo dentro de Mí como me pasó el día que por primera vez
lo vi.
Quizás
lo que tengo que hacer es hablar Conmigo misma, en calma y sin prisa sentar en
la habitación a mis razones y a mis sentimientos, que se digan las verdades,
que se escuchen los anhelos, que se pongan de acuerdo con los deseos, siempre
con alegría y con cordura, después, cuando sea propio el momento, que pase lo
que tenga que pasar.
Tal vez lo mejor será dejar que pase el tiempo hasta que llegue la brisa de otoño, que con frescura levante del suelo lo que ya no pesa, que sensata se lleve por los cielos lo que ya no duele, que me deje a solas con los recuerdos, que cuando se sequen las lágrimas de mi alma Yo misma botaré el pañuelo.
Entonces...
¿Qué
voy a hacer?
No,
no lo sé...
29-Abr/2019 (Serie Bella Señora)
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