A diario, paso a paso.
Sin
darme cuenta quizás, cada día se iba forjando en mi mente la idea de conocerla
a Usted, Bella Señora.
La
conciencia se reía a diario y Yo no sabía por qué lo hacía. Fui un poco ingenuo
tal vez, será que han pasado los años y no en vano.
Sin
mucho qué decir poco a poco fue apareciendo en cada imagen, en cada frase, en
cada broma, a diario se iba poniendo presente en mi vida compartida de risas y
apariencias calculadas.
Poco
a poco, a diario, fui buscando su presencia virtual y siguiendo su existencia
digital, hasta ir aprendiendo de mi inconsciencia una explicación simple, así se
ganaba un lugar en mi corazón, con sencillas frases, con caritas alegres, con
comentarios acertados, con posturas maduras; hasta que un día se empezaba a
desvelar la callada trama del destino, cuando llamando "atrevimiento"
a la curiosidad (ó interés de saber más de Mí quizás), preguntó la Bella Señora
en un mensaje: "¿Quién escribe?".
Ingenua
pregunta que rompía el silencio, que achicaba la distancia, que me hizo sentir alegre
y complacido, realizado de algún modo.
Entonces
ya se tenía ganado un permiso como regalado para participar más, con mayor
entusiasmo, con menos timidez. A diario, paso a paso, también Yo esperaba a
modo de halago su aprobación y empezaba a contar con sus oportunos
señalamientos.
Tiempo
después, finalmente se corrió la cortina de la imaginación y se desveló la
trama del destino cuando nueva vez la Bella Señora llamó "atrevimiento"
al deseo de saber mucho más de Mí, admirando y halagando el primer escrito para
Ella, acaso buscando respuestas, quizás alcanzando una estrella ó simplemente
siendo Ella.
Esta
vez me quedaba claro que no había coincidencias. Era Yo quien le escribía y era
Ella quien me leía. Dicen que es más importante lo que se entiende que lo que
se escribe, pero creo que ambos comprendimos un poco la realidad a partir de
ese hito.
A
diario, paso a paso, inocente crece un sentimiento distinto, silvestre, que fue
coincidido en un fortuito evento del destino, gestando callado y sin prisa, crecimiento
sin miedo con la fresca brisa de las noches, y luego nacido de un mágico encuentro
del propio destino.
Es un
sentir que nada pide pero que todo lo entrega; no es más ni es menos; es un
sentimiento azul sin saber que es, pero es.
15-Abr/2019 (Serie Bella Señora)
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