Pensando en voz alta
Hace
unos días que me siento raro, diferente, será desde unos dieciséis días atrás
que me doble una idea en la cabeza ó algo así, porque hasta tenía gripe y se me
quitó, pero mi apetito depende ahora del brillo de una imagen que se grabó en
mi memoria y a menudo conversa con mi pensamiento.
Reconozco
el sentimiento y me asombro cómo me tomó por sorpresa, fue todo tan de
improviso, parece que estaba desprevenido.
Yo
creí que estaba curado y vacunado para cualquier virus conocido, y bueno, pasa
que las cosas pasan, a veces sin querer y otras veces por amor.
En
efecto me enfrento a lo desconocido de un sentir conocido, y aunque no tengo
miedo me siento raro, ya tengo un nieto.
Quizás
tengo que ir al médico para un chequeo, tal vez me haga falta engrasar las bisagras
del cuerpo, la mente se oye bien, suena normal y lo demás pinta que funciona,
pero Uno nunca sabe hasta que llega el momento y tiene encima el monumento.
Todo
empezó hace más tiempo del necesario cuando conocí a una Bella Señora por
casualidad, al menos eso pensaba Yo, pero ahora no lo sé con seguridad. Ya
pasaban cosas sin explicación en las Redes Sociales.
Luego,
reciente, fue que se encendieron las luces que estaban apagadas, y fue sin
siquiera presionar interruptores.
Ahora
ando estudiando electricidad a ver cómo hago un corto circuito y pego mi vida
con la suya. ¿Suena que la estoy cortejando?
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