Nada dijiste

Nunca me dijiste si era así como pensabas realmente. Tal vez porque Tú misma no lo sabías todavía, quizás porque no querías sentirlo.

Yo lo supuse, más bien lo imaginé, basándome en la suma de ciertas palabras que fueron importantes en ciertos momentos, incluso frases contundentes que aún recuerdo con la entonación de enfado manifestada, siempre dentro del marco de la bondad debo aclarar.

La lectura de otra persona siempre está supeditada a la propia concepción de Uno mismo, por lo cual admito que puede haber un margen de error ó de mala interpretación, pero en esencia Yo sé cómo te siento.

Aunque directamente nunca te pregunté tu sentir ni tu parecer y mucho menos tu intención, quizás porque no quise ser descortés, pienso que a veces se te notaba claramente la ilusión, en los más pequeños detalles cotidianos, como que se te escapan los suspiros por debajo de la puerta, aunque siempre cerrabas con candados los accesos a tu corazón, el que romántico al fin y al cabo te delataba.

Cuestionar qué la excita y qué le gusta vivir son cosas que no se le preguntan a una Dama, al menos hasta que se convierte en la persona que ama y es amada en la intimidad del aposento, cuando el alma se desnuda junta con el cuerpo dejando la piel al descubierto, después todo queda dicho y escrito cuando se liberan los anhelos de placer de las cadenas que les ha puesto la sociedad, y la pasión se adueña del momento.

25-Abr/2019 (Serie Bella Señora)