Nublado amanecer
Húmeda
la mañana viene aclarando entre luces tenues y nubes grises, la madrugada
lloviznada refrescó el panorama, la brisa del Este aún no se levanta y así
aprovechan los Pajaritos para despertar a sus vecinos, con alegres cantos
matinales de finos silbidos que suenan por cada rincón, en cada árbol.
No
está triste la mañana, sólo que está haragana y no se quiere levantar, hoy no
tiene que madrugar. Un día tiene que descansar.
Pero
igual, dará un par de vueltas en su cama y luego se irá a cepillar, que hoy
sábado mucho hay que resolver: limpiar, lavar y planchar, claro, después de
desayunar.
También
hoy es día de meditar, de buscar en el alma las fuerzas para continuar, de
sacar del corazón las ganas para perdonar y con Fe levantar los pasos para ir
más alto, es momento de salvar los obstáculos y seguir el largo camino del
soñado porvenir, cosechando cuanto se ha sembrado tras cada paso.
Y
cuando menos lo esperas sale el Sol y te reclama que no estás trajinando. Hace
falta siempre la luz para sacudir el cuerpo y vencer el momento de soltar las
almohadas, además el Gato tiene hambre y el Perro también, que no duermen tanto
como Tú y alertas cuidan los espacios a tu alrededor. Son fieles aliados.
Acaso
una Bella Señora dormida aún estará. Quizás a estas horas ya se irá a levantar,
hoy que nada en su mente querrá divagar.
El
nublado amanecer se consolida, pero los rayos del sol ya se abren paso sobre el
lejano horizonte, dejando encendida la mañana, ya es de día y la vida prosigue
con su agitado curso cotidiano. De cada cual dependerá ahora que sea un buen
día ó uno excelente. También puede ser un día extraordinario, si te lo
propones.
Anda,
a luchar por ser mejores personas.
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