Todavía, Bella Señora.

Hola Bella Señora, todavía estoy aquí.

Ayer cuando me dijo que no estaba lista para conocerme (aún cuando era algo que ya sabía desde hace algunos días), no pude evitar sentir el mal sabor en la boca al confirmar lo predicho, y además anticipadamente.
- “Te lo pusiste en la boca, ahora mastica y traga”, me dije a Mí mismo.
- “Ya lo sabías”, me repliqué enseguida.
- “A comenzar de nuevo”, me consolé entonces.

Ya lo decía mi Abuela:
Para festejar las alegrías se toma el trago despacio, disfrutando el sabor de cada sorbo, pero cuando se bebe un remedio para curar una aflicción, sin queja hay que tomarse el trago todo de un golpe, que abra paso y empiece a surtir efecto desde que el viaje llegue a la molleja.
En este caso llega el golpe al corazón, que cultivaba unas rosas preciosas, de varios colores con matices de ensueño para adornar cada espacio de la vida, y acaso sorprender a una Bella Señora con una sonrisa en los labios.

¿Qué le parece Bella Señora?
Desde antes ya sabía que para tomar decisiones importantes necesitaba espacio, tiempo e información, puntos que más de una vez toqué con cuidado para que sintiera confianza y tuviera campo abierto para pensar.
Al principio cualquier tema de diálogo parecía fluir con sinceridad y emoción, prometía diversión sentarnos a charlar sin previa agenda, porque un punto llevaría al otro, y siendo curiosos los dos (aunque me dice que no) muchas preguntas y respuestas iban a motivar bonitas reflexiones, a provocar muecas de asombro y sonrisas, a despertar motivaciones de satisfacción, y después entender las verdades completas de cada cual no iba a tener desperdicio.
Lógicamente también esperaba que hubiera indecisiones, pero sabiendo lo poco que le cuesta adaptarse a cualquier circunstancia, pensé sin temor que conocerla iba a ser una experiencia simplemente encantadora, y así podría finalmente conocer mejor la maravillosa persona que es Usted Bella Señora.

¿Y qué cree Bella Señora?
Pues nada, a empezar de nuevo, traducir un significado depende del diccionario, pero en cuestiones de amores se trabaja por prueba y error, hasta llegar a convencer al corazón.
No la voy a acosar, pero sí algo le digo, la voy a cortejar.
No la voy a cansar con palabras necias, pero créame que le voy a escribir los más bellos poemas y las más tiernas cartas que se puedan publicar.

Todavía, Bella Señora.
Presiento que nos quedan muchos temas para conversar ahora.

13-Abr/2019 (Serie Bella Señora)

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