Conversando con los recuerdos

- “¿Recuerdas el día que me conociste?”
Pues desde ese día tengo síndrome de Ti, y no sé por qué ni sé cómo sucedió, tampoco sé cuándo me enteré porque hasta hoy nunca lo pensé, pero vives sonriente en mi pensamiento.
Sí, parece una locura.

Desde ese día te dejé mi corazón entreabierto, para cuando quisieras entrar, y con valor llegaste y me enseñaste a vivir a plenitud cada historia de la vida, me mostraste las aristas de cada mirada del destino, me entregaste cada abrazo, cada beso, cada caricia, me regalaste tu pasión y me llenaste de placeres.
Mas después un día te fuiste, dejando atrás palabras huecas. Pero igual hoy te espero sin saber si vendrás otra vez a llenar los vacíos con los que antes vivía, hasta aquel día que te abracé por vez primera.

Cuando te veo por los sitios, aún te sigo viendo como un ciego miraría el mundo por primera vez, así más que mirarte te admiro y suspiro callado para no delatar mi presencia fugaz.

Puedes pensar lo que quieras, podrás decir lo que sea, pero al soñarte Yo, de alguna manera estamos en la misma cama, nos vemos desnudos y nos nacen de nuevo las ganas de amarnos, aunque luego me quedo pensando en lo que ha pasado.

Así, mientras todos le llaman insomnio, Yo le puse tu nombre.
A veces desconsolado borro tus mensajes, pero no olvido lo que escribiste, y aunque has dejado de hablarme, Yo no olvido tu voz.

Hace ya algún tiempo enmudecida dijiste adiós, sin indicarme siquiera una explicación, pero todavía no te has marchado realmente, ni creo que lo hagas.
Prometiste estar siempre Conmigo y lo has conseguido. Aún cuando no estás a mi lado (porque no quieres estar), conversando con los recuerdos igual te siento presente, el aroma de tu pelo igual me hace suspirar, el olor de tu piel igual me hace estremecer, la sombra de tu silueta igual me acompaña siempre.

Recuerdo una vez que me invitaste de tarde a verte, y me preguntaste cómo me gustaba el café. Sin pensarlo te respondí:
- "¡Contigo!"
Parece que no entendiste, porque no me invitaste después otra vez a tomar café.
¡Ah ya recuerdo! Luego no nos daba tiempo a colar café.
Será por esas pequeñas cosas que nos llenamos de recuerdos...

Tal vez me tocó en aquel tiempo la mejor versión de Ti, la que nadie había conocido, la que nadie había tenido, la que cualquiera hubiera soñado. Lo digo porque ya me está tocando otra versión, la actual.

Aunque no sé si algún día entenderé cómo pude quererte tanto en tan poco tiempo, quizás eventualmente comprenderé alguno de los misterios del corazón que la ciencia moderna aún no conoce.

Por eso he decidido no seguir conversando hoy con los recuerdos, porque cada vez me preguntan por Ti, que si volverás a reír de la lluvia (como cuando mojaba tu pelo), Yo ya no sé qué responderles.

3-Abr/2019 (Serie Una Historia)



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