Tomando el café
Sentados cómodamente la Bella Señora y el Extraño Señor tomando el café, el silencio entonces se adueñó del ambiente, apenas se escuchaban las bocas tomando sorbos de café, las miradas se cruzaban, pero no había iniciativa todavía para seguir conversando. Oportunamente, el Extraño Señor puso la tasa en la mesa y comenzó hablando con palabras cortas.
o “¿Entonces Señora?”, dijo Él preguntando para iniciar un tema.
● “Dime Tú, ¿cómo estás?”, preguntó Ella después.
o “Yo pudiera decir que estoy bien, pero...”, continuó Él diciendo.
o “¿Por qué esperamos tanto tiempo para conocernos?”, le preguntó Él rápidamente.
● “No sé, Yo no tenía idea de que querías conocerme, nunca me hablaste.”, respondió Ella sin pensarlo mucho.
o “Sí, es cierto, no tomé la iniciativa cuando la vi por vez primera, y la verdad es que no sé por qué, porque tenía deseos de conocerla, pero entre una cosa y otra se fue pasando el tiempo, y nada... Pero aquí estamos hoy.”, le comentó Él ya un poco relajado.
Entonces los comensales hablaron animadamente sobre incidencias acaecidas en los días cuando se conocieron, casi dos años atrás, haciendo algunas anécdotas y comentando sobre los demás participantes del Seminario.
Luego de una breve pausa, mientras se tomaba café, la Bella Señora empezó comentando sobre las Redes Sociales.
● “He leído algo de lo que escribes, me ha impresionado la madurez de esos escritos tan antiguos, ¿qué edad tenías cuando los escribiste?”, continuó Ella preguntando.
o “Pues empecé en el bachillerato, tendría 17 años cuando escribí todas esas boberías, la profesora de Literatura me ponía tareas para motivarme, porque decía que Yo mostraba poco interés en la materia.”, le respondió Él.
● “También he leído algunos recientes, son hermosos, ¿a quién se los dedicas? Si se puede saber.”, continuó Ella preguntando.
o “Je je je, es Usted curiosa Bella Señora, si le digo quizás se sorprende.”, entonces le respondió Él.
o “Habrá visto que algunos tienen al final, al lado de la fecha, una nota que se lee Serie Bella Señora, imagino que lo ha notado.”, le comentó Él mirándola fijamente.
● “Sí, claro que lo he notado, por eso pregunto.”, respondía Ella sonriendo ligeramente.
o “Bueno, pues esos son dedicados a Usted precisamente.”, le contestó Él poniendo cara de inocente.
● “Son hermosos, pero ¿por qué los escribes ahora? No entiendo.”, preguntó Ella un tanto interesada.
o “Los escribo ahora porque después de verla el otro día se prendieron en mi alma unas luces que estaban apagadas, y siento que vivo ahora un momento de emoción que me hace pronunciar ideas de manera espontánea, no sé cómo ve Usted mis palabras, si acaso le agradan, si tal vez le agravian, Usted me dirá...”, comentó Él con más miedo que vergüenza.
● “Interesante.”, comentó Ella bajando la mirada para buscar algo en su cartera.
Por un momento la Bella Señora atendió unos mensajes que tenía en uno de sus teléfonos celulares, mientras el Extraño Señor alzó la mirada para ubicar un camarero, a quien le pidió un menú, con la idea de pedir algo para desayunar.
o “Entonces, Bella Señora, ¿quiere desayunar algo?”, preguntó Él cortésmente.
● “No gracias, la verdad es que tengo casi que marcharme, tengo que ir a resolver algo de trabajo.”, contestó Ella simplemente.
o “Bueno, de acuerdo, en otra ocasión tal vez.”, le dijo Él sin discrepar.
● “Por favor pide la cuenta para pagar.”, dijo Ella tomando en la mano su cartera.
o “No se preocupe Bella Señora, Yo veré si algo me apetece para desayunar, el café hoy lo invito Yo.”, le dijo Él sin reparo.
o “Pero... Antes de marcharse... No me dijo nada de los escritos que le he dedicado.”, le comentó Él esperando alguna respuesta.
● “Tengo miedo de enamorarme otra vez de una ilusión y volver a tener el dolor de perder un amor.”, comentó Ella con cara de tristeza.
Ante el último comentario de la Bella Señora, el Extraño Señor se quedó taciturno y pensativo por un breve instante.
Cuando la Bella Señora se disponía a levantarse de la silla para marcharse, el Extraño Señor la miró y le dijo algunas palabras.
o “No quiero enamorarme de Usted para tener luego que olvidarme de Usted. Yo no quiero volver a sufrir, pero no tengo miedo, Yo tengo esperanzas de conquistar su corazón.”, le dijo Él con voz baja y serena.
● “Me da miedo quererte amar y luego tenerte que olvidar. No quiero perder otra vez.”, entonces dijo Ella poniéndose de pie.
El Extraño Señor rápidamente se puso de pie para despedir a la Bella Señora, y mirándola con ojos de ansiedad le dijo unas últimas palabras.
o “No quiero besar sus labios y tener que callar luego mi boca cuando quiera besarlos otra vez y no pueda llamar su nombre en las madrugadas.”, dijo Él calmadamente.
● “No quiero llorar de nuevo por el engaño de las palabras que hoy me dices y ver mañana las realidades que vives.”, dijo Ella despidiéndose con cara de confusión.
El Extraño Señor se quedó de pie al lado de la mesa mirando a la Bella Señora, que caminaba de salida marchándose del lugar, y entonces tomó su teléfono celular y con pena se sentó a escribir un mensaje.
o “Sólo quiero que sepa Bella Señora, que no va a ser Usted una aventura en mi vida.”, se leía en el mensaje de texto que Él escribió.
● “No quiero enamorarme de Ti para luego sufrir penas de ausencia cuando me dejes tirada, como cualquier ropa usada.”, respondió Ella con otro mensaje de texto.
Finalmente, el Extraño Señor soltó el celular y pidió al camarero que le trajera la cuenta.
22-Abr/2019 (Serie Bella Señora)
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