Ansias de primera vez
El
despertar de las ansias puede tener distintas manifestaciones, diferentes incluso en cada cual, en general cuando se sienten por primera vez la realidad
se enfrenta con las expectativas, y las reacciones son edificantes. Pero nada
se compara con el sentimiento puro que ocasiona vencer las ansias de las
primeras veces.
El
celo sin compañía que se ve a lo lejos,
la
vanidad de la espera de verse llegar,
la
mirada de lujuria mirando el espejo,
el
abrazo de tanteo en medio del lugar.
Cuando
se prueba otra boca que sabe sabrosa,
el
sabor del primer beso sin tener receso,
cuando
se cierran los ojos buscando otra cosa,
la
falta de aliento propio sin soltar el beso.
El
suspirar con caricias que erizan la piel,
el
roce sutil que da cosquillas consecuentes,
la
mirada de permiso perdona el querer,
la
caricia prohibida que dice presente.
El
gemir con las palabras ya mal acentuadas,
el
miedo de pedir más por guardar la apariencia,
el
temor de decir basta cuando falta calma,
la
ternura del dolor al perder la conciencia.
La
agitación por el clímax que nadie lo entiende,
los
asombros de pasión que no se conocían,
cuando
se detiene el tiempo que nunca se tiene,
cuando
se escucha el silencio de voces vacías.
Los
sudores de un encuentro que saben a miel,
el
consuelo del cansancio al haber terminado,
la
sonrisa de un "te quiero" de la pasión fiel,
la
nostalgia de un "te extraño" sin tener pasado.
Siempre
perdura el recuerdo, aún sea callado, de cada primera vez.
27-Abr/2019 (Serie Ansias)
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