Tiempo esperando
Estaba desde hace tiempo esperando encontrar a una
Bella Señora caminando por la vida, acaso sin compañía, si acaso necesitada de
cariño poder reconfortarla, tal vez para adorarla, y pocos ó muchos los días
pasaron sin suerte, con triste resignación, sin otros motivos, sin nuevas perspectivas,
hasta hoy.
El misterio del vivir nueva vez nos desvela insospechados resultados, sorprendentes desenlaces, que sólo podemos aceptar con júbilo y con la confianza de
comprender el significado de cada momento que vivimos.
- “¿Quién dijo
miedo?”, sonó mi voz interior ufana.
- “¡Claro que
tengo miedo!”, le respondí sin dilación.
- “Pero imagínate,
ahora más que nunca tengo que ser fuerte”, a seguidas le comenté a mi voz
interior apurando la respiración para recobrar el aliento.
Se siente miedo cuando ha llegado el momento de
enfrentar la esperada realidad. Miedo de estar a la altura de las expectativas,
miedo a poder cumplir las íntimas promesas con conformidad.
Pero nada es la vida sin el valor para vencer los
miedos. Estamos equipados de instinto para enfrentar nuestros temores y sacar
lo mejor de cada situación.
Tanto tiempo esperando y cuando apenas sucede el
milagro de encontrar a la Bella Señora aún me quedan un montón de preguntas sin
respuestas, se despiertan las dudas que antes dormían tiradas al lado de las
frases dedicadas a llamar la atención.
Sin saber cómo mirarla, sin saber qué decirle, sin
saber si me iba a conocer ni qué cara iba a poner al verme, con valor me levanté
a saludarla. Y aunque me sudó el corazón lo hice sin perder un instante, de
frente, mirándola todo cuanto pude.
Confieso hoy que no estaba preparado para lo
inesperado, pero tampoco me amedrenta tener la ocasión de conquistar a la Bella
Señora.
Ayer el día era uno cualquiera, hasta que ver a la
Bella Señora me cambió el panorama, pensando la mente tantas cosas escribiría con
Fe la historia que no estaba pensada.
Pero la sorpresa fue mayor en la tarde al recibir un
mensaje, que claramente indicaba que había calado en su corazón la atención con
buena impresión de los relatos narrados.
- “No puede ser”,
pensé sin comprensión.
- “Ahora es que
hay que enseñar calidad”, me dijo mi voz interior.
Respiro dos veces y realzo la frente, aunque el día le
levantó nublado los ánimos van a mejorar dejando los miedos atrás, que pronto renacerán
tiernos deseos de amar después de todo el tiempo esperando.
6-Abr/2019 (Serie Bella Señora)
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