Sola te quedas

Te quedas quieta para abrir la puerta y empujándola lentamente entras, en total silencio enciendes la luz y luego calladamente te recuestas de la pared, apenas mirando las esquinas, pensando acaso cómo llenar los vacíos, los que quedan cuando se han quitado algunas de las piezas que conformaban el todo en la habitación.

Los pies descalzos ya y algo hinchados muestran la fatiga del día cuando los zapatos sueltas al borde de la alfombra con desdén.

Una vez sentada en la cama vas dejando la ropa al lado y miras la pijama sobre la almohada, sin saber qué te pasa te preguntas por qué cuando te ves con la piel fría.

La televisión queda encendida sin que mires siquiera qué pasa en su programa, la ausencia te aleja del sonido y la imagen no te dice nada.

Te quedas sola, porque así lo has querido, así fue decidido por la razón, que venció la opinión del corazón cuando cansado de ser engañado bajó la mirada para decir adiós y pedir perdón.

Sola te quedas, sin saber si es un error, creyendo que fue lo mejor, aunque a veces los anhelos hacen que llore el corazón, aunque un par de días al mes tu cuerpo reclama las caricias de la pasión, así todas las mañanas tus ojos buscan comprensión, porque quedan vivas las ansias de tener un amor que te quiera y no te mienta, que te ame y no te deje dormida antes de la madrugada.

Las ansias son las que te despiertan antes que suene la alarma del reloj, porque cargando las ansias durante el día llegas cansada y soñando las ansias durante la noche terminas más cansada aún.

Sola te quedas, al menos eso crees...

A todos lados llevas Contigo las ansias y no sabes por qué.

28-Abr/2019 (Serie Ansias)