Me quedé pensando después
Me
quedé pensando después, luego que la Bella Señora caminando se fue, y tal vez
tratando de comprender... Si sabía qué iba a decir y qué iba a responder a cada
pregunta... ¿Por qué vino a tomarse el café? ¿Qué quería saber de Mí?
Quizás
fue un reflejo involuntario de su verde mirar que desde lejos cruzó aquel salón
y en mi cara se proyectó (cosa rara que ese día no me percaté) y hoy lo vino a
recoger, porque eso sí hizo, mucho me miraba.
Ah...
Ya... Fue un hechizo...
¿Entonces
su mirar fue voluntario?
Me
quedé pensando después en cada palabra que dijo, en su mirada corta y también
en la vista larga, en cómo se acomodaba el pelo, en los gestos de sus manos, en
su respirar calmado, en su sonreír sereno... Me dijo qué no quería, pero ¿acaso
dijo lo que sí quería?
El
rato fue ameno, aunque corto, apenas conversamos y cuando quería decirle otras
cosas ya tuvo que marcharse, o mejor dicho, quiso alejarse. Así el tiempo fue
poco y no me dio excusa para darle un abrazo al final, tomarnos de manos en un
adiós, saber acaso qué tan suave es la piel de sus dedos, mirar sin recelo el
fino esmalte de sus uñas y acariciar con mis manos las suyas.
Me
quedé pensando una y otra vez, anoche y hoy también, y por más que traté
recordando cómo fue, no logré entender qué pudiera querer la Bella Señora que a
mi lado no podría tener.
¿Volver
a sentir alguna pena? Nunca sufrir Yo la haría...
¿Entregar
sus sagrados tesoros? Siempre cual caballero Yo la cuidaría...
¿Delatar
sus íntimos antojos? Antes que todo y con todo Yo la complacería...
¿Su
libertad no perder? Jamás Yo la encerraría...
Será
tal vez que su mirada empezaba a delatarla, dejando abiertas las ventanas de su
alma, mostrando los anhelos dormidos en el centro de su pecho.
Quizás
cuando cerraba los ojos sus labios temblaban sin saber qué decir, dejando salir
gemidos de ternura del fondo de su corazón, cual preso encuentra la salida del
encierro.
No
pude saber siquiera del olor de su pelo, no pude encontrar tampoco el susurro
de su respirar ni pude degustar el sabor de sus besos, morder despacio sus
labios tersos.
Me
quedé pensando después, pero todavía no logro comprender el gran cuidado de la
Bella Señora para mostrar sus emociones, para compartir sus sentimientos, pero
igual su accionar lo respeto y paciente espero el momento de volver a verla de
nuevo.
Al final del día en algo no puedo dejar de pensar, y es el bello mirar de lindos ojos verdes.
Al final del día en algo no puedo dejar de pensar, y es el bello mirar de lindos ojos verdes.
23-Abr/2019 (Serie Bella Señora)
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