Tiempo de limpiar
Ya vuelve lo extraño, a mi alrededor vuelve lo fugaz para acompañar mi solitud, las puertas del corazón se cierran con candado, igual quedan las ventanas también todas cerradas cual si hubiera aviso de tormenta. El silencio me saluda, es tiempo de limpiar.
A soplar las velas y recoger del piso la cera, que no me bastó querer bien para que alguien me quiera, el mucho querer desborda los deseos. Sus palabras tenues faltaron a la ocasión sin saber qué decirme. El silencio me mira y se ríe, es tiempo de limpiar.
Una vez más me sorprenden con lágrimas las emociones azules cuando las ilusiones de amar se quedan vestidas de fiesta y la cruel realidad las deja paradas afuera. Sin labrar un reclamo lejos me marcho. El silencio se sienta y respiro, es tiempo de limpiar.
Siento que ha llegado el momento de conversar con mi Yo interior y sincerarnos, quitarnos las máscaras, poner boca arriba las cartas sobre la mesa, atarnos de las manos con el corazón y sentarnos a hablar. El silencio se queda parado, es tiempo de limpiar.
Tal vez perfilar más la mirada, quizás armonizar un poco la llamada, acaso afinar mejor las palabras, pero algo he de hacer para no equivocarme de nuevo, pues el tiempo que queda es menos y vale todo. El silencio descansa y se duerme, es tiempo de limpiar.
13-Oct/2021 (Serie Momento triste)
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