Frente al espejo
Muchas veces sin saber, demasiadas quizá, pensamos por los demás, creyendo a todos conocer, imaginamos lo que harán y nos dirán, todo tal cual fuéramos a hacer lo propio. Pero al final nos quedamos solos, llorando la pena y culpando al destino. Nada hay más triste que el desamor.
Al final del día frente al espejo terminamos con llanto en los ojos y sin tino en las manos buscando culpables, faltas, motivos y excusas que expliquen la conducta, empero las horas no alcanzan para que pueda entender la mente lo que siempre supo el corazón. Es triste el desamor.
Frente al espejo no se oyen otras opiniones, lo que vemos es lo que somos, inexorable realidad, no hay otras razones ni otros actores, es nuestro reflejo verdadero. Somos juguetes del destino que forjamos con acciones y consecuencias, sin enmiendas de terceros que debamos asumir.
Frente al espejo la única opción que nos queda es aceptar la verdad y abrazar la realidad para no morir de frío en medio de la soledad, decirnos sin miedo las palabras que ayer cobardes callamos para que el silencio no las engulla convirtiéndolas en tristes cartas para el olvido.
Frente al espejo nos llega el momento que puede todo cambiar, de decidir el porvenir, ya dejar de hacer lo mismo que ayer para evolucionar y dejar de sufrir. Los recuerdos que queden como parte de la experiencia y las ilusiones que vuelvan a florecer, hoy en otoño cual primavera.
7-Oct/2021 (Serie Momento triste)
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