Volver a ser

Yo no sabía cómo podría recoger del piso los pedazos de cielo que se habían roto sobre Mí, nunca pensé que se podrían barrer los restos del querer que se quedaron tirados a merced del viento, cual hoja seca que ya no tiene vida, como la basura que nadie procura, sin piedad en un mundo vil Yo estaba triste y pesaroso.

Yo no podía imaginar cómo poner las piezas que rodaban entre mis pies de una manera tal que tuvieran una forma coherente, como era antes, o mejor dicho, como nunca antes, y es que cuando ya no nos queda sentimiento nos falta imaginación y todo nos parece poco, sin luz y sin colores, todo se queda como vacío.

Yo no creía que la vida daría las vueltas que necesitaba el amor para volver a pasar por mi calle, otrora llena de alegrías y hoy tan triste y oscura, pero el Destino no olvidó su palabra y la Fortuna puso su empeño para dejar que se detuviera el Tiempo, entonces supe de Ti, de tu forma de ser, de la suavidad de tus manos.

Yo no recordaba cómo nacía el amor, algo tan simple y al mismo tiempo tan raro, que nada pide pero todo lo da; Yo no reía ni lloraba, ya nada me importaba pues la vida era otra y era tal que no sabía si la vivía Yo a ella ó era ella que me vivía a Mí, hasta que supe de Ti, de tu corazón ermitaño, que es así igual que el mío.

Yo nadie era ya, apenas alguien para sumar uno a la población, otro residente para contar los habitantes de la ciudad, mas sin embargo la luz de tu alma iluminó mi ser, me hizo abrir los ojos para mirar adelante, más allá de mis narices, y todo de repente se pintó de colores y fresca la brisa sopló de nuevo sobre mi piel.

Ya no sentía ni sabía quién era Yo y así solo se pasaban los días sólo por pasar, entonces hoy cuando por azar te conocí otra vez, esta vez comprendí que sí se puede volver a ser, y ser como nunca antes pude ser pues Contigo todo es diferente y parece posible, todo se ve verdadero y la bondad se convierte en amor.

18-Ene/2020 (Serie Corazones Ermitaños)

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