Desvelando el pensamiento
Confiesa aquel que alguna culpa siente, quien tiene falta de tranquilidad, si al final la conciencia está limpia nada se tiene que confesar, lo mejor es comentar y sacarte las dudas del alma, así ya no te atormentarán ni de noche ni de madrugada, y entonces tendrás el sosiego para conversar.
Son los secretos para quien los guarda, pues son los preciados premios del silencio, si los revelas ya no son tuyos y se convierten en meras noticias, así serán nuevas quizá para algunos, un fiel pasado fugaz para otros y tal vez serán palabra muda para los demás, para aquellos que hoy nada entienden.
Conversar callada Contigo misma nada raro ha de ser, no es locura ni tampoco vil imaginación, así analizas tus puntos de vista y te criticas al mismo tiempo, como hacen los expertos, y de seguro te quedará mejor la conversación, si acaso te atreves a tenerla algún día con Él.
Un trato llevadero entre dos personas alertas sentimentalmente siempre depende de una comunicación efectiva, y es además la mejor compañía la sinceridad, por eso molestarse por estupideces cuando realmente importa seguir adelante de un sentido lógico carece.
Cuando alguien te extraña y es algo que sabes, si pasa además que lo extrañas también, te debe llegar el momento de masticar y tragar el orgullo por una primera vez, porque no tiene culpa ese sentimiento azul ni tampoco aquel que lo siente, los actos del destino son libres, no están bajo tu control.
Si tu corazón también se detiene en el curso de una pregunta, es porque de antemano ya tienes la respuesta en la mente, y esperas en silencio ante la pregunta equivocada y respondes entonces pensando diferente, pero no te olvidas jamás la esa respuesta que tenías preparada, y eso es vivir.
Sí se hace un nudo en tu garganta cuando de repente notas situaciones que entendías de otro modo, fingir que todo está bien es como echarle agua al vino al momento que llega un comensal inesperado, mejor abre otra botella y comparte sin temor, así podrás entender la realidad y todos los hechos.
Nunca la sinceridad debe considerarse adversa, es cierto que a veces es mejor callar y llorar, pero al final todo se sabe, y es preferible saber las cosas más temprano que tarde, así no se utiliza el tiempo cantando y las fuerzas bailando una música que luego no volverás a escuchar otro día.
En efecto, el tiempo todo lo sabe y todo lo puede, pero más que nada sabrás lo que ha sucedido Contigo, porque lo que falta por sucederte no depende del tiempo, sino del destino, el que se ríe del mundo y su gente que cree todo saberlo, pero al final es él mismo quien a todos sorprende.
Son los secretos para quien los guarda, pues son los preciados premios del silencio, si los revelas ya no son tuyos y se convierten en meras noticias, así serán nuevas quizá para algunos, un fiel pasado fugaz para otros y tal vez serán palabra muda para los demás, para aquellos que hoy nada entienden.
Conversar callada Contigo misma nada raro ha de ser, no es locura ni tampoco vil imaginación, así analizas tus puntos de vista y te criticas al mismo tiempo, como hacen los expertos, y de seguro te quedará mejor la conversación, si acaso te atreves a tenerla algún día con Él.
Un trato llevadero entre dos personas alertas sentimentalmente siempre depende de una comunicación efectiva, y es además la mejor compañía la sinceridad, por eso molestarse por estupideces cuando realmente importa seguir adelante de un sentido lógico carece.
Cuando alguien te extraña y es algo que sabes, si pasa además que lo extrañas también, te debe llegar el momento de masticar y tragar el orgullo por una primera vez, porque no tiene culpa ese sentimiento azul ni tampoco aquel que lo siente, los actos del destino son libres, no están bajo tu control.
Si tu corazón también se detiene en el curso de una pregunta, es porque de antemano ya tienes la respuesta en la mente, y esperas en silencio ante la pregunta equivocada y respondes entonces pensando diferente, pero no te olvidas jamás la esa respuesta que tenías preparada, y eso es vivir.
Sí se hace un nudo en tu garganta cuando de repente notas situaciones que entendías de otro modo, fingir que todo está bien es como echarle agua al vino al momento que llega un comensal inesperado, mejor abre otra botella y comparte sin temor, así podrás entender la realidad y todos los hechos.
Nunca la sinceridad debe considerarse adversa, es cierto que a veces es mejor callar y llorar, pero al final todo se sabe, y es preferible saber las cosas más temprano que tarde, así no se utiliza el tiempo cantando y las fuerzas bailando una música que luego no volverás a escuchar otro día.
En efecto, el tiempo todo lo sabe y todo lo puede, pero más que nada sabrás lo que ha sucedido Contigo, porque lo que falta por sucederte no depende del tiempo, sino del destino, el que se ríe del mundo y su gente que cree todo saberlo, pero al final es él mismo quien a todos sorprende.
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