De pensarte apenas
De pensarte apenas me lleno de paz, cual magia de un hechizo de otro tiempo vivido que raudo atraviesa las calles y los farallones de la ciudad para encontrarme, con el viento tu imagen llega a mi habitación hoy desierta para contarme tu pensar, a decirme que me extrañas desde siempre, a cantarme los romances que antes había soñado escuchar pero nunca podía recordar, quizás porque no lograba ver tu rostro mientras nos amábamos.
De pensarte apenas percibe mi nariz los dulces aromas silvestres del amor natural, siento ahora tener la fuerza para agradecido ya soltar la larga mano de la soledad y sin medir las distancias volver a ver todo el mundo con ojos de alegría, con la esperanza de volver a amar, de volver a sonreír al lado de una mujer que sea como quiere ser Ella, de volver a cerrar los ojos sin temer lo qué pasará mañana, de volver a enamorarme como Yo lo sé hacer.
De pensarte apenas mi piel se estremece y se pinta en mi cara una mueca de felicidad que no conoce el teatro, que no se practica y cuando cierro los ojos no se quita, si acaso en un sueño la suavidad de tu piel me alcanza me llego a creer que vivo instantes de placer entre las nubes del cielo, y si me besan tus labios antes de despertar hasta olvido cómo suena el reloj que siempre cruel pretende detener los ratos de dicha de mis frías madrugadas.
De pensarte apenas se acaban las dudas de mi corazón, termina la espera triste y se olvidan las penas mustias, todo es distinto y los dos sabemos qué hacer sin tener que decir qué quiere cada cual, es tu mirada una luz que no tiene sombra, tu abrazo es abrigo en cualquier estación, tu beso es alimento que nutre en silencio y la caricia de tus manos es como el perdón que alivia mi alma, ya me vuelve la calma porque siento de nuevo la bondad del amor.
De pensarte apenas percibe mi nariz los dulces aromas silvestres del amor natural, siento ahora tener la fuerza para agradecido ya soltar la larga mano de la soledad y sin medir las distancias volver a ver todo el mundo con ojos de alegría, con la esperanza de volver a amar, de volver a sonreír al lado de una mujer que sea como quiere ser Ella, de volver a cerrar los ojos sin temer lo qué pasará mañana, de volver a enamorarme como Yo lo sé hacer.
De pensarte apenas mi piel se estremece y se pinta en mi cara una mueca de felicidad que no conoce el teatro, que no se practica y cuando cierro los ojos no se quita, si acaso en un sueño la suavidad de tu piel me alcanza me llego a creer que vivo instantes de placer entre las nubes del cielo, y si me besan tus labios antes de despertar hasta olvido cómo suena el reloj que siempre cruel pretende detener los ratos de dicha de mis frías madrugadas.
De pensarte apenas se acaban las dudas de mi corazón, termina la espera triste y se olvidan las penas mustias, todo es distinto y los dos sabemos qué hacer sin tener que decir qué quiere cada cual, es tu mirada una luz que no tiene sombra, tu abrazo es abrigo en cualquier estación, tu beso es alimento que nutre en silencio y la caricia de tus manos es como el perdón que alivia mi alma, ya me vuelve la calma porque siento de nuevo la bondad del amor.
15-Ene/2020 (Serie Corazones Ermitaños)
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