Somos lo que hacemos
No siempre sabemos cómo decir lo que sentimos y a veces ni siquiera sabemos qué decir, empero siempre terminamos diciéndolo aunque no todas las veces sea con palabras, pues los actos nuestros dicen más y hacen mejor la buena comunicación, hacer lo que somos dice más cómo sentimos y es hasta fácil si somos sinceros.
Somos lo que hacemos y más cuando somos espontáneos, como cuando empieza una caricia en tus dedos sin buscar una excusa, sin pedirla siquiera, tomando luego tu mano y mirando tu pelo al compás de un "¿dónde estabas?", que tu oído escucha y por lo que tu piel responde, para mirarnos entonces cerrando los ojos y compartir un beso.
Somos como nos vemos delante del espejo y como vamos detrás también, cuando nadie nos ve, y eso es lo que queda, lo que importa y lo que cuenta, al final nada ni nadie nos pertenece ni somos propiedad, todo nos es prestado ó acaso nos creemos alquilados ó comprados con vanas monedas de falsas imágenes que nada valen.
Somos lo que hacemos también cuando nos pensamos ya estando distantes, a veces sin abrir los ojos nos hablamos, siempre sin decir ni una palabra, es el lenguaje sideral de las almas sublimes que se buscan y que se encuentran por donde sea que anden, las almas que llevan sonando en su pecho un corazón ermitaño lleno de amor verdadero.
Somos lo que hacemos y si al hacerlo los dos sentimos bienestar, entonces somos felices, y es la felicidad el fin ulterior de toda relación sana basada en el amor, que se nutre de la bondad de los corazones, pues es la felicidad el resultado de acciones honestas entre dos almas enamoradas que se complementan.
Somos lo que hacemos y más cuando somos espontáneos, como cuando empieza una caricia en tus dedos sin buscar una excusa, sin pedirla siquiera, tomando luego tu mano y mirando tu pelo al compás de un "¿dónde estabas?", que tu oído escucha y por lo que tu piel responde, para mirarnos entonces cerrando los ojos y compartir un beso.
Somos como nos vemos delante del espejo y como vamos detrás también, cuando nadie nos ve, y eso es lo que queda, lo que importa y lo que cuenta, al final nada ni nadie nos pertenece ni somos propiedad, todo nos es prestado ó acaso nos creemos alquilados ó comprados con vanas monedas de falsas imágenes que nada valen.
Somos lo que hacemos también cuando nos pensamos ya estando distantes, a veces sin abrir los ojos nos hablamos, siempre sin decir ni una palabra, es el lenguaje sideral de las almas sublimes que se buscan y que se encuentran por donde sea que anden, las almas que llevan sonando en su pecho un corazón ermitaño lleno de amor verdadero.
Somos lo que hacemos y si al hacerlo los dos sentimos bienestar, entonces somos felices, y es la felicidad el fin ulterior de toda relación sana basada en el amor, que se nutre de la bondad de los corazones, pues es la felicidad el resultado de acciones honestas entre dos almas enamoradas que se complementan.
Comments
Post a Comment