Candilejas de amor
Caminando te encuentro por los pasillos y busco abrazarte en medio de todos, para darte un beso que llene tu cara de alegría y que guarden mis labios el tono de los tuyos; nada se compara al sabor de tu boca, estando pintada ó habiendo perdido a besos su color inicial, poco le importa al que quiere besar.
Y me preguntas que qué me pasa y no sé qué responderte, porque aunque no lo creas ni Yo mismo comprendo qué me sucede, o mejor dicho, había ya olvidado cómo se siente la energía azul dando vueltas en el cuerpo, como un hechizo medieval, tocándome los nervios en la punta de los dedos, en cada extremidad.
Y con pequeños ojos sin preguntar me miras, luego preguntas y respondes también, porque piensas lo que pienso, sientes lo que siento y sabes todo lo que me pasa, como lo sé Yo aunque no sepa explicarlo, pero tu mirada te delata cuando pide un abrazo, cuando pide un beso que traiga otro y se quede en tus labios.
Tu cuerpo apenas junto al mío hace que mi alma hable con la tuya, se dicen mil cosas que nadie más puede entender; la suavidad de tu piel es caricia divina que me regala paz y tu calor me abriga y genera emoción que la cordura modera, porque estamos rodeados y el mundo no sabe cómo sentimos Nosotros.
Sin querer soltar mis manos te marchas con bien, por deberes que atender, pero no sin antes morderme los labios con tus besos en una despedida que no querías terminar, un abrazo de pechos, piernas y brazos te dijo del deseo que siento por tenerte Conmigo, acaso en tu ser sentías la humedad decirlo también.
Y me preguntas que qué me pasa y no sé qué responderte, porque aunque no lo creas ni Yo mismo comprendo qué me sucede, o mejor dicho, había ya olvidado cómo se siente la energía azul dando vueltas en el cuerpo, como un hechizo medieval, tocándome los nervios en la punta de los dedos, en cada extremidad.
Y con pequeños ojos sin preguntar me miras, luego preguntas y respondes también, porque piensas lo que pienso, sientes lo que siento y sabes todo lo que me pasa, como lo sé Yo aunque no sepa explicarlo, pero tu mirada te delata cuando pide un abrazo, cuando pide un beso que traiga otro y se quede en tus labios.
Tu cuerpo apenas junto al mío hace que mi alma hable con la tuya, se dicen mil cosas que nadie más puede entender; la suavidad de tu piel es caricia divina que me regala paz y tu calor me abriga y genera emoción que la cordura modera, porque estamos rodeados y el mundo no sabe cómo sentimos Nosotros.
Sin querer soltar mis manos te marchas con bien, por deberes que atender, pero no sin antes morderme los labios con tus besos en una despedida que no querías terminar, un abrazo de pechos, piernas y brazos te dijo del deseo que siento por tenerte Conmigo, acaso en tu ser sentías la humedad decirlo también.
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