Te sueño, porque no te tengo.

Tímidas, se asomaban apenas las primeras luces del alba por entre los ramos llenos de vainas de los flamboyanes que sobrios cuidan mi balcón, cuando quisieron despertarse ya mis ojos, aun soñolientos, mientras murmuran en cantos las aves que anidan en la palma real del jardín, seguramente comentando del frescor de la madrugada que la estación invernal nos trae, casi fría para variar, habrá hoy que sacar de la gaveta los viejos abrigos.

El mismo sueño de cada noche me reclama, y es la misma imagen que me acompaña, así de día como de noche, la que me muestra tu sonrisa pícara, de la niña que quiere ser mujer entre mis brazos, y así me quedo soñándote.

Colando café me doy cuenta que te extraña mi piel, que a solas te busca mi cuerpo y no te encuentra, que mis ojos entienden que no estás a mi lado pero al cerrarse de pronto te ven mirándome, como pidiéndome un beso.

Me falta el calor de tu piel cuando duermo sin sábanas, me falta tu abrazo en la soledad de mi espalda, me faltan tus manos conociendo mi cara, ya me faltan tus senos en mi pecho descansando después de amarme completo.

Te sueño, porque no te tengo, pero siento que estás Conmigo en todo momento y cada día más cerca mi corazón te abraza, cada beso me alimenta, cada caricia me conforta, cada mirada con esa sonrisa alegre me conquista.

23-Ene/2020 (Serie Corazones Ermitaños)

Comments

Popular posts from this blog

Me deleito con tu personalidad

Maroteando

El Gato entendió