Quizás me equivoqué

La noche aquella al verte por primera vez, o mejor dicho, al verte otra vez, quizás me equivoqué al abrazarte sin mediar palabras que indicaran lo que estaba sintiendo sin querer al acercarme a Ti tantos años después.

Quizás me equivoqué al llevarte del hombro esos primeros pasos cruzando tu calle, cuando no había siquiera pensado de qué podría conversar Contigo en tu presencia, si sería diferente a nuestros diálogos de antes.

Quizás me equivoqué siendo un caballero al abrir la puerta y pedirte que me acompañaras a dar un paseo, acaso sin saber cuál sería la dirección que nos encontraría después en un destino reservado para romances de antaño.

Quizás me equivoqué al poner mi mano en tu rodilla para asegurarme que estabas junto a Mí mientras manejaba sin rumbo, así porque acaso creía que todo era la fantasía de un sueño de siempre y de nunca, algo especial.

Quizás me equivoqué al tomarte de la mano, incluso sin tener tu permiso, para caminar a tu lado por esas calles tan antiguas, entre la historia y el pasado de las generaciones que antes caminaron por las aceras enamorados.

Quizás me equivoqué al sentarme a tu lado, a tan corta distancia, al estrechar sin temor tu mano mientras conversábamos tal vez me equivocaba, y acaso mi peor error esa noche fue sin pudor robarle un beso a tus dulces labios.

Quizás me equivoqué cuando luego te miraba comer un helado con gusto y emoción, y me imaginaba que mis besos en tu boca serían dueños de momentos de pasión sin límites, pero callado me quedé colmado de ilusión.

Quizás me equivoqué abrazando tu espalda mientras tu cabeza sentía los latidos de mi corazón antes de cruzar la calle al final del paseo, aunque creo que esa noche primera sin poses nos abrazamos con sinceridad.

Quizás me equivoqué cuando te besé dos veces al llevarte después, muy espontáneos fueron mis labios y los tuyos no se negaron, me miraste a los ojos sin temer al momento y sin decir adiós nos despedimos en silencio.

Quizás me equivoqué una y otra vez, y tal vez el costo de mis errores ya no importa medir, ¿acaso es posible vivir culpando cada día al Destino que nos hace vibrar mientras vamos buscando el amor para tener un poco de paz?

28-Ene/2020 (Serie Corazones Ermitaños)

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