Tantas las cosas
Son tantas las cosas que no sabes de Mí, y además tantas otras que te quisiera decir, que no hay palabras sencillas para decirlas todas, y también son tantas las cosas que no sé de Ti que callado te contemplo todavía.
Desde que nos conocimos ya mucho me has dicho de lo que te gusta a Ti, de todo lo que buscas y quieres lograr, mientras Yo te miro, te escucho atento y te admiro en silencio, queriendo entender cómo piensa tu mente.
No me conoces aun cuando a veces me dices todo saberlo, y Yo sonrío para no ofenderte, porque quiero ser el testigo de tu vida y no el lector de tu historia, son tantas las cosas que nos faltan por compartir, que me vuelvo a reír.
Tantas las cosas se ríen hoy de Nosotros, los abrazos nos hablaron, los besos nos callaron, las caricias nos excitaron la piel sin creer que los deseos estaban dormidos solamente, y si fuimos prudentes los límites quedarán atrás.
A veces un Corazón Ermitaño teme dejar su armadura, salir de la coraza a tomar el sol ó a bañarse en la lluvia, a veces le duele la brisa en la piel hasta que logra entender que la evolución es mandato de la naturaleza misma.
Si pudiera decirte, aunque llueva, si quisieras oírme, aunque tengas frío, de frente sentados los dos ó quizás alegres caminando tomados de las manos, las tantas cosas serían menos cada día; acaso saberlo todo no tiene tiempo.
Si el Tiempo ha terminado, si la Fortuna se ha marchado, si el Destino continúa su camino por el mundo, siguen siendo tantas las cosas que nos falta aprender que ojalá sea en esta vida que nos toque volver a querer sin perder.
Desde que nos conocimos ya mucho me has dicho de lo que te gusta a Ti, de todo lo que buscas y quieres lograr, mientras Yo te miro, te escucho atento y te admiro en silencio, queriendo entender cómo piensa tu mente.
No me conoces aun cuando a veces me dices todo saberlo, y Yo sonrío para no ofenderte, porque quiero ser el testigo de tu vida y no el lector de tu historia, son tantas las cosas que nos faltan por compartir, que me vuelvo a reír.
Tantas las cosas se ríen hoy de Nosotros, los abrazos nos hablaron, los besos nos callaron, las caricias nos excitaron la piel sin creer que los deseos estaban dormidos solamente, y si fuimos prudentes los límites quedarán atrás.
A veces un Corazón Ermitaño teme dejar su armadura, salir de la coraza a tomar el sol ó a bañarse en la lluvia, a veces le duele la brisa en la piel hasta que logra entender que la evolución es mandato de la naturaleza misma.
Si pudiera decirte, aunque llueva, si quisieras oírme, aunque tengas frío, de frente sentados los dos ó quizás alegres caminando tomados de las manos, las tantas cosas serían menos cada día; acaso saberlo todo no tiene tiempo.
Si el Tiempo ha terminado, si la Fortuna se ha marchado, si el Destino continúa su camino por el mundo, siguen siendo tantas las cosas que nos falta aprender que ojalá sea en esta vida que nos toque volver a querer sin perder.
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