Mi alma habla
De improviso cierto día habló mi alma, sin Yo decirle nada, no sabía quién la escucharía, así hablando sola. Luego entendí que conversaba con la tuya, como si nunca, como si siempre.
Mi alma habla, te cuenta de los anhelos del ermitaño corazón enamorado que late en mi pecho, el que no desiste buscando un amor verdadero, que acaso viva ermitaño también.
Ahora que me pongo a pensar en silencio, por sentir tanto lo que hoy siento, no sé cuántas veces antes ellas conversaron, y sin siquiera darme cuenta ni sospecharlo, sin Yo saberlo.
Mi alma habla, habla de sus cosas, habla con la tuya y la tuya habla de tus cosas, entonces Nosotros, los presumidos entes pensantes, nos quedamos ya sin aliento escuchándolas.
Tantas cosas se decían... Aunque algunas no las comprendía sentía cómo ellas se reían y volvían a mirarse aún sin tener ojos, y la risa continuaba, Yo no me enteraba pero era feliz.
Mi alma habla, habla con la tuya y Yo no lo sabía, mira eso... Son los misterios de la vida que nos acecha para regalarnos los mejores momentos y cuando menos los esperamos.
En mis adentros siempre supe que Dios no se olvidaría de Mí, así como tampoco se olvidó de Ti, sin quererlo Tú ni saberlo Yo, hizo Dios un Nosotros lleno de amor y de comprensión.
Mi alma habla, te cuenta de los anhelos del ermitaño corazón enamorado que late en mi pecho, el que no desiste buscando un amor verdadero, que acaso viva ermitaño también.
Ahora que me pongo a pensar en silencio, por sentir tanto lo que hoy siento, no sé cuántas veces antes ellas conversaron, y sin siquiera darme cuenta ni sospecharlo, sin Yo saberlo.
Mi alma habla, habla de sus cosas, habla con la tuya y la tuya habla de tus cosas, entonces Nosotros, los presumidos entes pensantes, nos quedamos ya sin aliento escuchándolas.
Tantas cosas se decían... Aunque algunas no las comprendía sentía cómo ellas se reían y volvían a mirarse aún sin tener ojos, y la risa continuaba, Yo no me enteraba pero era feliz.
Mi alma habla, habla con la tuya y Yo no lo sabía, mira eso... Son los misterios de la vida que nos acecha para regalarnos los mejores momentos y cuando menos los esperamos.
En mis adentros siempre supe que Dios no se olvidaría de Mí, así como tampoco se olvidó de Ti, sin quererlo Tú ni saberlo Yo, hizo Dios un Nosotros lleno de amor y de comprensión.
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