Te escribo a diario
Te escribo a diario, seguramente porque a diario te pienso, o mejor dicho, te pienso a cada momento y por eso con alegría te escribo mil versos cada día.
Todos los días me despierto ingenuo creyendo que te voy a encontrar por alguna calle caminando al final de la tarde, quizás hasta podría invitarte a tomar un café, pero no sé realmente por cuál calle debo empezar a buscar.
A diario también te envío lindas flores (algunas exóticas) aunque siempre de manera virtual, tal vez buscando pintar en tu boca una sonrisa pícara (si Yo pudiera ver tu cara), para darle a tu vida cotidiana una alegría adicional a todas las que nos regalas con tu forma de actuar, siendo una Persona Linda.
Te escribo a diario, en prosa te hablo de historias y cuentos, de aventuras románticas y fracasos de amor, todas cosas de la vida misma, algunas que no sé si pasarán, otras que no sé si volverán; ilusionado tal vez con la idea que son de tu agrado, aunque no siempre me dices cuánto lo disfrutas, si acaso lees algún escrito cuando sola te quedas ya de noche en tu habitación.
De noche además te sueño, pero no siempre consigo recordar si te abrazo, si el calor de tu piel abriga mi cuerpo que duerme desnudo esperando un milagro para poderte amar, sin pensar qué dirás ó acaso qué te diría Yo, pretendo besar tu boca apasionadamente, mordiendo tus labios cada vez que me dejes respirar, al final si te sigo contando no sé qué de Mí pensarás, sólo quisiera que entiendas que por algo sagrado es que te escribo a diario.
Todos los días me despierto ingenuo creyendo que te voy a encontrar por alguna calle caminando al final de la tarde, quizás hasta podría invitarte a tomar un café, pero no sé realmente por cuál calle debo empezar a buscar.
A diario también te envío lindas flores (algunas exóticas) aunque siempre de manera virtual, tal vez buscando pintar en tu boca una sonrisa pícara (si Yo pudiera ver tu cara), para darle a tu vida cotidiana una alegría adicional a todas las que nos regalas con tu forma de actuar, siendo una Persona Linda.
Te escribo a diario, en prosa te hablo de historias y cuentos, de aventuras románticas y fracasos de amor, todas cosas de la vida misma, algunas que no sé si pasarán, otras que no sé si volverán; ilusionado tal vez con la idea que son de tu agrado, aunque no siempre me dices cuánto lo disfrutas, si acaso lees algún escrito cuando sola te quedas ya de noche en tu habitación.
De noche además te sueño, pero no siempre consigo recordar si te abrazo, si el calor de tu piel abriga mi cuerpo que duerme desnudo esperando un milagro para poderte amar, sin pensar qué dirás ó acaso qué te diría Yo, pretendo besar tu boca apasionadamente, mordiendo tus labios cada vez que me dejes respirar, al final si te sigo contando no sé qué de Mí pensarás, sólo quisiera que entiendas que por algo sagrado es que te escribo a diario.
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