A veces quisiera
A veces quisiera dejar que mi boca le diga las cosas que pienso de Ella, esas que sólo Yo puedo saber que las pienso, ó mejor dicho, las que Yo siento cuando solo pienso en Ella.
A veces quisiera decirle sin miedo que muero de ganas por abrazar su pecho, de tener su espalda entre mis brazos y así respirar en su cuello contándole sinceras palabras de amor.
A veces quisiera llamar su atención gritando su nombre en las páginas virtuales que nos ven con pena alegre en medio de la distancia, como queriendo decirle que Ella es mi anhelo.
A veces quisiera mirarla de frente, salir del espejo y sentir su presencia en mis manos, a besos comerme su boca pintada mordiendo sus labios, tiernamente con cada respirar.
A veces quisiera confundir sus piernas con las mías, acariciar sus mejillas y su frente, tener sus caderas sobre Mí bailando ritmos tropicales que quiero gozando ya aprender.
A veces quisiera poder cerrar los ojos en su cama, abrazarla toda y amarla sin límites, sin pausa, ya sin temores y sin prisa por llegar a conquistar el grito del sentimiento; lo sueño.
A veces quisiera conversar con Ella toda la noche de temas del alma, esperar sentados en la cama la madrugada, desnudos de ropas y miedos para conocer la piel de cada quien.
A veces quisiera ser cual el viento, en lugar de Caballero, y acariciar con labios de amor los rincones de su cuerpo, piel con piel antes de amarla, y ser todo el placer que a Ella le falta.
A veces me hago el tonto, porque en verdad siempre quisiera con Ella estar, con ropa y sin ropa, despiertos los dos y durmiendo también después de hacer el amor, y bien Ella lo sabe.
A veces quisiera decirle sin miedo que muero de ganas por abrazar su pecho, de tener su espalda entre mis brazos y así respirar en su cuello contándole sinceras palabras de amor.
A veces quisiera llamar su atención gritando su nombre en las páginas virtuales que nos ven con pena alegre en medio de la distancia, como queriendo decirle que Ella es mi anhelo.
A veces quisiera mirarla de frente, salir del espejo y sentir su presencia en mis manos, a besos comerme su boca pintada mordiendo sus labios, tiernamente con cada respirar.
A veces quisiera confundir sus piernas con las mías, acariciar sus mejillas y su frente, tener sus caderas sobre Mí bailando ritmos tropicales que quiero gozando ya aprender.
A veces quisiera poder cerrar los ojos en su cama, abrazarla toda y amarla sin límites, sin pausa, ya sin temores y sin prisa por llegar a conquistar el grito del sentimiento; lo sueño.
A veces quisiera conversar con Ella toda la noche de temas del alma, esperar sentados en la cama la madrugada, desnudos de ropas y miedos para conocer la piel de cada quien.
A veces quisiera ser cual el viento, en lugar de Caballero, y acariciar con labios de amor los rincones de su cuerpo, piel con piel antes de amarla, y ser todo el placer que a Ella le falta.
A veces me hago el tonto, porque en verdad siempre quisiera con Ella estar, con ropa y sin ropa, despiertos los dos y durmiendo también después de hacer el amor, y bien Ella lo sabe.
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