Un día cualquiera
Un día cualquiera de repente fuiste a verme, no sé cuánta ilusión tenía cada cual pero la mirada primera cruzó riendo de alegría, y fue increíble cómo Yo subí la guardia, pues temía delatar en mis ojos la emoción al verte llegar.
Un día cualquiera también me hablaste de símbolos, de unas cosas que no comprendía, o mejor dicho, temas a los que quizás no le prestaba Yo la misma atención, el requerido entendimiento que con conocimiento tenías.
Siempre noble tu alma me decía de alguna callada palabra, que acaso dejaba fuera de la conversación, quizás sin razón aparente, pero siempre de manera honesta Yo conversaba a tu lado sin dejar de admirar tu belleza interior.
Un día cualquiera sin planificarlo te conocí, porque así lo quisiste, un regalo del Destino tal vez, hoy aún no lo sé, la Fortuna me dijo que tu alma era buena y estaba tu corazón lleno de bondad, increíble poderte encontrar.
Otro día cualquiera me cruzó la misma vida en tu caminar, y me sentí afortunado al verte lozana entre los humos y las risas de aquel lugar, me saludabas afable mientras todos los demás envidiaban tu abrazo y tu sonrisa.
Aquel día comprendí varias cosas, lo mucho que me gusta tu forma de ser y lo rápido que piensas cuando temes un error cometer, no lo olvido porque es así como debe ser, aunque a veces equivocamos el hombre del Caballero.
Algún día vendrá, uno cualquiera, y mi abrazo será tuyo de una manera especial, mi alma le dirá a tu alma quién soy, así mi corazón latirá con el tuyo como si fueran de un solo pecho, entonces hablaremos sin temores del amor.
Un día cualquiera también me hablaste de símbolos, de unas cosas que no comprendía, o mejor dicho, temas a los que quizás no le prestaba Yo la misma atención, el requerido entendimiento que con conocimiento tenías.
Siempre noble tu alma me decía de alguna callada palabra, que acaso dejaba fuera de la conversación, quizás sin razón aparente, pero siempre de manera honesta Yo conversaba a tu lado sin dejar de admirar tu belleza interior.
Un día cualquiera sin planificarlo te conocí, porque así lo quisiste, un regalo del Destino tal vez, hoy aún no lo sé, la Fortuna me dijo que tu alma era buena y estaba tu corazón lleno de bondad, increíble poderte encontrar.
Otro día cualquiera me cruzó la misma vida en tu caminar, y me sentí afortunado al verte lozana entre los humos y las risas de aquel lugar, me saludabas afable mientras todos los demás envidiaban tu abrazo y tu sonrisa.
Aquel día comprendí varias cosas, lo mucho que me gusta tu forma de ser y lo rápido que piensas cuando temes un error cometer, no lo olvido porque es así como debe ser, aunque a veces equivocamos el hombre del Caballero.
Algún día vendrá, uno cualquiera, y mi abrazo será tuyo de una manera especial, mi alma le dirá a tu alma quién soy, así mi corazón latirá con el tuyo como si fueran de un solo pecho, entonces hablaremos sin temores del amor.
Comments
Post a Comment