Callado otra vez
Callado otra vez escuché sus palabras todas, cual puñales filosos que surcaban el espacio buscando llegar a mi cuerpo, a mi corazón, a mi mente y a mi alma, como queriendo pelear una batalla que no tiene rivales ni entiende de guerras que quieran ganar un lugar a mi lado.
Callado otra vez sentía la furia de un hablar anticipado y cargado de mil reproches ajenos que nada tienen que ver con mi manera de pensar natural, que no merece mi calma ni me trae paz, que no busca felicidad ni quiere otra cosa que no sea ganar hoy una batalla.
Callado otra vez mi respirar se agitó y pedía tranquilidad, porque no hay competencia por ser mejor ni tampoco hay celo al aplaudir la bondad, no siente mi ser otra pasión que no sea por amar, como aman los que saben, que el tiempo de esta vida igual pasa, aún sin vivir.
Callado otra vez pensé de nuevo que se había equivocado mi vista, mi abrazo y mi beso, la duda volvía a mi pecho, pero sin arrepentirme siquiera sigo sintiendo que es algo verdadero que se podía salvar, que no tenía el misterio ni la pena escondida de volver a amar de verdad.
Callado otra vez el sueño quedó sin memoria después de las palabras y con el alma herida, de nuevo la mirada perdida buscando algún consuelo entre las luces del alba, que como cada mañana entran por mi ventana para ver cómo estoy, si acaso triste está mi soledad.
Callado otra vez, así me quedé después igual que la primera vez, sin tener ganas de volver a pelear batallas que no tendrán vencedores, sin deseos de discutir argumentos que no tendrán verdades para celebrar, sin la ilusión de besar sus labios cerrando los ojos como ayer.
Callado otra vez sentía la furia de un hablar anticipado y cargado de mil reproches ajenos que nada tienen que ver con mi manera de pensar natural, que no merece mi calma ni me trae paz, que no busca felicidad ni quiere otra cosa que no sea ganar hoy una batalla.
Callado otra vez mi respirar se agitó y pedía tranquilidad, porque no hay competencia por ser mejor ni tampoco hay celo al aplaudir la bondad, no siente mi ser otra pasión que no sea por amar, como aman los que saben, que el tiempo de esta vida igual pasa, aún sin vivir.
Callado otra vez pensé de nuevo que se había equivocado mi vista, mi abrazo y mi beso, la duda volvía a mi pecho, pero sin arrepentirme siquiera sigo sintiendo que es algo verdadero que se podía salvar, que no tenía el misterio ni la pena escondida de volver a amar de verdad.
Callado otra vez el sueño quedó sin memoria después de las palabras y con el alma herida, de nuevo la mirada perdida buscando algún consuelo entre las luces del alba, que como cada mañana entran por mi ventana para ver cómo estoy, si acaso triste está mi soledad.
Callado otra vez, así me quedé después igual que la primera vez, sin tener ganas de volver a pelear batallas que no tendrán vencedores, sin deseos de discutir argumentos que no tendrán verdades para celebrar, sin la ilusión de besar sus labios cerrando los ojos como ayer.
Comments
Post a Comment