Ya quisiera decirte
Ya quisiera decirte de cosas que sentí en el pecho y que se me clavaron como filosos puñales desvergonzados que con el vil devenir del tiempo me hicieron sufrir en silencio, de las cosas que guardó mi alma con celo más allá de las ansias de libertad, de cosas que lloraron mis ojos sin derramar una lágrima y sin que se escuchara un sollozo, de mil cosas que calló mi boca y que mudas se quedaron en mis labios como humedad seca del pasado aquel.
Ya quisiera decirte también que he perdonado sin rencor al tiempo y a la gente que llorando olvidé, aunque no merezcan el perdón sea la paz con ellos, pues no queda ya espacio en mi corazón para guardar sufrimientos ajenos.
Y además, ya quisiera decirte de otras cosas que no son tristes, de anhelos que hoy cultivo sin miedo, de sonrisas sencillas que cada día a reír aprendo, de miradas profundas aunque calladas todavía, unas cortas y otras largas, que te buscan sin recelo entre tantas frases confusas, que te admiran en esas fotografías que todos saben mirar pero que nadie logra ver lo que enseñas sin pudor detrás de la sutil sonrisa de mujer, la que conservas de niña.
Ya quisiera decirte cómo respira mi vida, que busca paciente y sin miedo la bondad azul en el corazón de aquellos que aman con pasión.
Ya quisiera decirte palabras distintas, frases de aliento que sean alimento, y estrechar tus manos mirando el ocaso callados, y abrazar tu espalda dándote abrigo, y besar tu cuello sin que sientas vergüenza si se estremece tu pecho, y así juntos reír de cosas sin sentido.
Además, ya quisiera decirte que a poco voy adivinando el color verdadero de tu mirada, el brillo de tus ojos me enseña la belleza de Ti y me hace creer otra vez en el amor de la vida.
Ya quisiera decirte también que he perdonado sin rencor al tiempo y a la gente que llorando olvidé, aunque no merezcan el perdón sea la paz con ellos, pues no queda ya espacio en mi corazón para guardar sufrimientos ajenos.
Y además, ya quisiera decirte de otras cosas que no son tristes, de anhelos que hoy cultivo sin miedo, de sonrisas sencillas que cada día a reír aprendo, de miradas profundas aunque calladas todavía, unas cortas y otras largas, que te buscan sin recelo entre tantas frases confusas, que te admiran en esas fotografías que todos saben mirar pero que nadie logra ver lo que enseñas sin pudor detrás de la sutil sonrisa de mujer, la que conservas de niña.
Ya quisiera decirte cómo respira mi vida, que busca paciente y sin miedo la bondad azul en el corazón de aquellos que aman con pasión.
Ya quisiera decirte palabras distintas, frases de aliento que sean alimento, y estrechar tus manos mirando el ocaso callados, y abrazar tu espalda dándote abrigo, y besar tu cuello sin que sientas vergüenza si se estremece tu pecho, y así juntos reír de cosas sin sentido.
Además, ya quisiera decirte que a poco voy adivinando el color verdadero de tu mirada, el brillo de tus ojos me enseña la belleza de Ti y me hace creer otra vez en el amor de la vida.
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