Me pongo a pensar
Ya de noche me pongo a pensar y, mirando las aspas del abanico girando sin cesar, cierro los ojos y me hago preguntas que no sé contestar, y me digo a mi mismo que nada es olvido porque todo te enseña, aun cuando luego pagas la cuenta de las cosas aquellas, a veces es mucho y algunas otras es poco, ni modo, pero siempre alguien tiene que pagar.
Ya todo es distinto, porque todo es distancia, ni mejor ni peor; con el recuerdo fugaz de los días vencidos tenemos diplomas divinos de las enseñanzas de vida que con llanto y valor superamos, nos quedan apenas curadas las heridas, todo a cambio de la paz del alma, la que se había perdido andando con prisa sin mirar el camino, tropezando en la oscuridad.
Y después me pongo a pensar otra vez, ya con calma al final del día, de las cosa que he dicho, de las que callé, de aquellas que nunca diré, entonces ahora comprendo lo tonto que he sido, igual nunca lo hubiéramos sabido si no nos hubiera mentido el destino, que se cansó de gritar cuando nadie lo oía, que dejó de esperar lo que podía pasar, lo que pasó.
Es extraña la vida, por eso es extraño el vivir, aunque nadie sabe lo mucho ó lo poco que a cada cual le cuesta el sufrir, hasta que roto sangra profusamente el corazón y moribundos sin nadie que nos cuide nos quedamos con pena llorando, acaso pidiendo perdón, y así pasan los días y crece la herida, y así pasan todas las noches y todo de a poco se olvida.
Ya todo es distinto, porque todo es distancia, ni mejor ni peor; con el recuerdo fugaz de los días vencidos tenemos diplomas divinos de las enseñanzas de vida que con llanto y valor superamos, nos quedan apenas curadas las heridas, todo a cambio de la paz del alma, la que se había perdido andando con prisa sin mirar el camino, tropezando en la oscuridad.
Y después me pongo a pensar otra vez, ya con calma al final del día, de las cosa que he dicho, de las que callé, de aquellas que nunca diré, entonces ahora comprendo lo tonto que he sido, igual nunca lo hubiéramos sabido si no nos hubiera mentido el destino, que se cansó de gritar cuando nadie lo oía, que dejó de esperar lo que podía pasar, lo que pasó.
Es extraña la vida, por eso es extraño el vivir, aunque nadie sabe lo mucho ó lo poco que a cada cual le cuesta el sufrir, hasta que roto sangra profusamente el corazón y moribundos sin nadie que nos cuide nos quedamos con pena llorando, acaso pidiendo perdón, y así pasan los días y crece la herida, y así pasan todas las noches y todo de a poco se olvida.
19-Dic/2019 (Serie Un Extraño)
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