Un abrazo casual
Avanzó la mañana sin parar hasta que fue mediodía, después hizo mucha hambre, había que parar el laboro para lo próximo. Luego de almorzar el café llegaría a la mesa del amplio comedor, donde ambos comimos sin saber que estábamos los dos en el mismo lugar.
Un abrazo casual me dejó percibir apenas por un momento el sutil aroma de tu pelo suelto, también un poco el olor dulce de tu piel sentí al acercar mi boca a tu mejilla para saludarte, sin saber todavía del misterio de la energía buena que de tu ser emana.
Un abrazo casual me llevó a conocer la forma de tu espalda, rozando con mis manos tus hombros medio descubiertos, donde sin Yo esperarlo me saludaron unas pecas amenas, de formas variadas y colores diversos, esperando quizás que alguien las cuente también.
Un abrazo casual me dejó ver el color bello de tus ojos habladores, donde alegres tus pupilas brillaban como queriendo decirme mil cosas sin hablar. Tu pestañear agitado denotó la alegría de tu alma con mi cercanía. Y me viste y te vi, y sonreímos después.
Un abrazo casual me dejó sentir por todo mi abdomen la fragilidad suave y excitante de tus senos contra mi pecho, el calor de tu cuerpo llegó raudo hasta mi corazón con un mensaje inequívoco, quedábamos los dos ilusionados con aquel leve contacto corporal.
Gracias a lo fugaz de un abrazo casual, inesperado y tierno, pude comprobar la belleza singular de tu cara de mujer bonita, y también logré apreciar el toque sensual de tu cuerpo de muñeca. Entonces fue como un castigo verte partir sin poder abrazarte más.
Muchísimo me agrada conversar Contigo, pero ya un poco me cuesta ser sólo tu amigo. Cuando te pienso ya no es lo mismo, te imagino abrazada a mi pecho a solas Conmigo, y si tu sonrisa me ilumina cuando miras nada más necesito. Un abrazo casual para empezar.
28-Ago/2020 (Serie Mujer Bonita)
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