La belleza de un lugar

Tomados de mano con pasos calmados y sin tener una agenda cual colegiales caminamos por ahí entre las calles de piedra y llegamos sin saber a un lugar de ensueño que no conocían mis ojos, era paradisíaco sin duda. La belleza de un lugar me hizo entonces apreciar la hermosura de una mujer, y allí nos sentamos a platicar.

Aún era joven la noche la belleza del lugar quería llamar mi atención, pero era tu cara un poema que no me dejaba opción. Me mirabas con dulces ojos, parecía emoción simple y pura el ritmo de tu respiración, Yo sin embargo te miraba diferente, con ganas de saber del sabor de tu boca, con ansias de tener tu piel Conmigo.

Sin apuro conversando, de improviso respiré, alcanzaron tu mano mis dedos sintiendo de inmediato la energía de tu ser en la suavidad de tu piel. Después el tacto noble y sincero de tus deseos en mi mano me hizo entender que lo mejor estaba por llegar, cauta la paciencia cuestionó a mi memoria sobre mis dotes románticos.

La belleza de un lugar espectacular quedaba relegada a ser ambientación para presenciar cómo las miradas llenas de ilusión hacían que dos corazones ermitaños hablaran sin palabras, y poco a poco la distancia de tu cara bonita se iba perdiendo hasta que mis labios secos sin avisar llegaron a tu boca para robarte un beso.

13-Ago/2020 (Serie Ella sabe quién es)