Ella es ficción
No
me conoces ni te conozco Yo a Ti, mas hoy quiero Yo conocerte, ojalá quieras
Tú.
Quizás
mi error fue creer que te parecías a Ella, entonces al verte vi quién eres Tú.
Ella es una linda ficción, Tú eres una bella realidad.
Tal
vez tu error fue pensar que Yo creía que Tú eras Ella, entonces al verme viste
a quién buscaba Yo, viste a quién veía Yo, y ya no supiste cómo mirarme ni qué
hacer después.
Con
las ilusiones se sueña y de los errores se aprende, así andamos por los caminos
de la vida probando hasta conseguir convertir los sueños en pasiones y los
anhelos en placeres que nos llenen los días de amor y felicidad.
Siempre
te busqué a Ti, siempre te esperé a Ti, aun cuando hablaba de Ella. Pero pudo
más la razón que el sentimiento, le ganó esta batalla el cerebro al corazón,
con la ayuda de una Gemela y al amparo del Destino, que siempre se ríe porque
sabe cuándo todo será.
Y
me gusta tu nombre, y me deleita tu mirada, y me encanta tu risa, y tu boca me
provoca, y si me hablas todo se calla para oír tu palabra. Con Ella nada pasa,
todo es ilusión, Ella es ficción que nació de los reflejos opacos que las
ansias enseñaron a mi alma queriendo alegrar su tristeza y acompañar su
soledad.
No
fui capaz de explicarle a la Fortuna el color de mi sentimiento, la grandeza de
mi amor, la verdad simple de mis intenciones sin condiciones, el dulce
propósito de mi cariño, la sana aventura del porvenir sin buscar una excusa,
sin fabricar un reproche. No pude, no tuve el espacio ni el tiempo, y aunque
traté mil veces nunca sopló a mi favor el viento.
Que
me perdone la Suerte si acaso un verano vuelvo a verte de nuevo, porque esta
vez no me quedo soñándote como ahora te espero.
Que
me perdone la Muerte si acaso viene a buscarme y no tengo el privilegio de
verme a tu lado abrazando tu espalda, contemplando el ocaso de un atardecer
perfumado con tu aliento en mis labios besándome sin prisa hasta que salga la
luna y le de al mundo risa.
En
mis noches no te tengo presente pero tu ausencia no hace que te quiera menos,
como para quererte no necesito tenerte, te quiero en silencio sin decirle tu
nombre al viento para que no te lleve lejos de mi pensamiento. Y te veo
distante y sé que me oyes cuando te digo sin celos que este amor es verdadero,
aunque sea pequeño es tierno y es duradero.
En
tus noches Yo no estoy para Ti, aunque en verdad sí, porque ves mi nombre al
final del pasillo que va sin tino desde tu mente hasta tu corazón, y Yo siempre
cierro los ojos para creas que duermo mientras te oigo hablando a solas con tu
desnudez, confesando tus temores, adiestrando tus anhelos de pasión.
¡Qué
lástima! Dejar todo atrás sin más, sin decirnos adiós, sin despedirnos
siquiera, sin saber cómo suena tu voz baja y triste, acaso entrecortada,
pronunciando tal vez finalmente mi nombre para que no te diga después que
decirlo temes. Decir adiós sin conocernos.
Pero
como en el amor no hay reclamos al gobierno ni seguros que cubran las pérdidas,
cada cual se hará responsable de limpiar su corazón de los llantos y tendrá que
explicarle a sus anhelos que esta vez amar no se pudo.
Algún
día el sol traerá una mañana feliz, tal vez en otoño, de menos color, de menos
calor, que ya haya olvidado las penas y el dolor, y si encuentra fértil la
tierra, ahí nacerá el amor.
Ella
es ficción, flor de una imaginación que ilusiona, Tú eres realidad, fruto de la
bondad que enamora y que brinda el amor verdadero.
Olvidarte
sin conocerte será más difícil que morir viviendo en vez de vivir envejeciendo.
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