Palabras mudas

Muda se ha quedado hoy la palabra, así conforme van pasando las horas cambia la mueca en la cara desde la inocente alegría de un amanecer esperanzador hasta la tristeza consternada del atardecer que sin gloria vio las horas pasar, porque Tú no estás.

Los pensares han caminado todas las sendas cotidianas sin ganas de mirar alrededor, porque saben que Tú no estás, y así se han quedado hoy mudas las palabras, apenas en espera paciente y sin miedo del conjuro del Amor con el Destino, el Tiempo y la Fortuna.

Es difícil poder imaginar que quizás tu mirada sorprenderá el ambiente, donde sin prisa mis pasos se mueven entre la gente, buscando acaso alguna sonrisa que ilumine el caminar, que me muestre un pasaje secreto hasta la cercanía de tu respirar.

Es inútil pensar que tal vez al mirar con disimulo de cuando en vez al final del salón podré encontrar tu silueta brindando fina elegancia al lugar, para luego sin demora sonriendo los dos acercar tu fragancia de mujer a mi vida en un abrazo.

Palabras mudas hoy marcan el diálogo discreto y disponen el vago estilo de la conversación, que sin sonido queda grabada en los dispositivos que ayer fueron fieles testigos de animados relatos y fónicas risas. Así son las cosas de la vida

Cuando hace frío un abrazo te abriga, cuando hace calor una sonrisa te refresca, y cuando es el tiempo, el amor florece, nace la magia que llena las miradas de brillo, que llena los labios de risas, porque el amor todo lo puede cuando está en su momento.

Se quedaron hoy las palabras mudas, las mismas que ayer quisieron ser psicólogas, psiquiatras y psíquicas, tratando de explicar lo que simplemente no tiene explicación. Las cosas del amor se viven ó no, no se preguntan, no se explican, no se cuestionan.

11-May/2019 (Serie Amor y Tiempo)