Desperté sola
Sin
pensarlo de repente abrí los ojos y miré sobre mi hombro buscándolo, pero entendí
que estaba sola y de alguna manera ello me sorprendió... Quizás porque soñaba
en el regazo de una compañía que no conozco, con el abrazo completo que no
encuentro, con las tiernas caricias que hoy no tengo, con ese cariño honesto
que un día me brindó y que sólo de imaginarlo se me escapa como agua tibia
entre los dedos dejándome toda su humedad, teniendo ahora que callar las
ansias, las ganas, y ya guardar los anhelos rotos para algún otro momento.
Desperté
sola y aunque digo que así lo prefiero y que incluso me gusta, me engaño Yo
misma, y lo sé, y lo callo, y lo sufro en silencio, a mi manera. Las sábanas y
mis almohadas lo saben también, lo sienten cada noche cuando me acuesto y lo
viven cada madrugada cuando nadie suspira en mi cuello mientras muevo las
caderas.
Levantada
ya mis pies descalzos notaron igual los fríos mosaicos camino al baño, donde el
espejo al verme sintió también la soledad escondida tras la mueca de sonrisa,
tras la mirada esquiva de mis ojos tristes. El pelo alborotado casi cubría mi
frente, mi cuerpo temblaba y no encontraba postura, mis manos no tenían
coherencia para cepillar mis dientes y mis oídos parecían escuchar un extraño
sonido.
Entonces
sentí que se achicaba el espacio a mi alrededor y sobrecogida cerré los ojos,
finalmente una voz me dijo:
-
Tu belleza no es tanto física, y lo es... Tu belleza es todo el sentimiento de
tu corazón romántico, tu belleza es toda la bondad de tu alma libre y soñadora,
tu belleza está en cada verdad que dice tu boca, tu belleza está en cada
caricia que regalan tus manos sin pedir nada a cambio, tu belleza es más de lo
que ven tus ojos y es más de lo que siente tu piel, porque tu belleza eres Tú.
Desperté sola y sinceramente no sé por qué.
Un
día le pregunté si podía separar la realidad de la poesía, y me dijo que sí.
Lo
dudé entonces y hoy todavía un poco me digo que no es así, pero cada vez más
voy entendiendo los detalles y ya comprendo algunas cosas que tantas veces me
dijo.
Lo
que aún no sé si en verdad me enamoré, y si acaso de quién, porque Cupido me
flechó en silencio mientras leía sus versos.
Cuando
me buscó no dejé que me encontrara. Hoy no sé si todavía me busca, no sé dónde
está, sólo sé que desperté sola.
7-May/2019 (Serie Ansias)
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