Y solo me quedé

Y solo me quedé, en mi solitud propia, aunque no tan solo después de todo, pues vives en mi pensamiento y sin tener que pagar renta. Te pienso sin restricciones, lo cual me encanta porque te desnudo y te visto según lo amerite la ocasión y todo es alegría.

Y solo me quedé pensando en esos tantos diálogos amenos que entre curiosidades y anécdotas nos sacaron espontáneamente mil sonrisas primero y risas de complicidad después, así empezábamos por conocernos, así día a día, cada vez un poco más, un tanto mejor.

Y solo me quedé recordando con beneplácito la suavidad de tantas caricias entre tu cuerpo y mi piel, tranquilos, siempre satisfecho y respirando ante el regalo que me hizo la vida al permitirme conocerte, de lejos primero, después con ropa y desnuda mejor.

Y solo me quedé mirando al final de la cama, donde hoy sólo duerme aquel grato recuerdo de la postura de fantasía que otrora nos dejó gimiendo a dúo placeres de ensueño hasta que sin aliento perdimos las fuerzas, así la ternura nos unió en abrazos y besos.

Y solo me quedé dormido con la imperdible ilusión de pronto soñarte Conmigo, en paz abrazados después de amarnos con loca pasión, sin distancia tu espalda sudada y mi pecho latiendo, el olor de tu pelo que de nuevo excita mi cuerpo, como si fuera un joven.

Al principio ó final algo debo precisar, y es que desde que te vi aquel día en la pastelería ya nunca estoy solo, Conmigo te llevo a todos lados, eres una suerte de botiquín para mis auxilios físicos y espirituales, y en la intimidad me dejas sin palabras.

30-Dic/2021 (Serie Amor Maduro)